OLLANTA DEBE RETAR A UN DEBATE

Ollanta debe retar a los candidatos de la derecha a un debate pùblico y a nivel nacional, para confrontar sus planes de gobierno y que el electorado descubra en qué se diferencia el candidato nacionalista de todos los demás aspirantes a la presidencia. Como en estas circunstancias no pueden recurrir a la guerra sucia, so pena de desacreditarse aún más ante el electorado, Ollanta quedaría, ante los ojos de los millones de televidentes, como el ùnico polìtico que realmente preconiza un cambio verdadero del país, teniendo como meta la justicia social con igualdad. También quedaría demostrado que Toledo, Kuzcinsky, Castañeda y la chica Keiko tienen el mismo programa continuista y que no existe ninguna diferencia entre ellos.
En esta encrucijada, si los continuistas aceptan el desafío de Ollanta, serán desenmascarados en sus falsas promesas y no podrán justificar sus pésimos gobiernos anteriores. Si no aceptan el debate, también quedarán descarnados hasta los huesos como unos políticos grotescos que en las calles se disfrazan y bailan como payasos para impresionar a la gente, pero que son incapaces, ante un auditorio nacional, de convencer con argumentos sólidos que cumplirán sus promesas y que estas no son las mismas que ofrecieron en sus anteriores campañas.
La mejor forma de parar la guerra sucia es debatir frente a las cámaras. Quien no puede sostener sus planes de gobierno ante ellas, no puede ser elegido como presidente.