EL PUEBLO PERUANO EXIGE LA UNIDAD

"Para preservar la identidad de cada uno ". Ese es el escollo más grande para la unidad de las fuerzas progresistas, nacionalistas y de izquierda. También fue la causa para la ruptura de Izquierda Unida en vísperas de las elecciones de 1980. Cada minúsculo partido luchaba por "preservar su identidad", es decir, la hegemonía y el caudillismo de sus líderes. Para ellos los intereses subalternos de estos pequeños grupos están por encima de la causa nacional. Exactamente como para el Apra y los partidos de derecha. La diferencia está en que al Apra, convertida en una mafia, lo une sólidamente la ambición del poder y de la riqueza, mientras que a la derecha, el interés por preservar sus privilegios y mantener el oprobioso sistema neoliberal.

¿Y qué es lo que debería unificar natural y lógicamente a las agrupaciones de izquierda, progresistas y nacionalistas ? Todas ellas dicen luchar por transformar el país, cambiar el sistema actual imperante, en suma, refundar la República y construir una nueva sociedad más justa, más democrática y más moderna. Si esto es cierto, ¿ por qué es tan difìcil llegar a un consenso en torno a este programa y por qué fracasan todas las tentativas para presentarse a las elecciones como un pétreo frente ? La única respuesta es la que da Diez Canseco: Las discrepancias, que no deberían existir si hay sinceridad y comunión en los objetivos máximos, surgen cuando los líderes - no el pueblo mayoritario que siempre ha exigido la sagrada unidad- empiezan a luchar por " preservar la identidad de cada uno". Eso es más importante que el amor al país y la lucha por llegar al poder unificadamente.
La derecha se une con suma facilidad y casi automáticamente por el dinero, pero la izquierda se divide con la misma facilidad y el mismo automatismo por "preservar la identidad de cada uno". Si no se olvidan de estas identidades, que hace tiempo debieron desaparecer por su constante fracaso, el pueblo peruano seguirá esperando la ansiada unidad y sufriendo la explotación y la miseria aplicadas por la derecha férreamente amalgamada.