Solo en una republiqueta como el Perú se puede tener un Consejo Nacional de la Magistratura en el que solo están representadas las minorías profesionales. Es ilógico que el magisterio, una de las profesiones màs importantes y claves de la vida nacional y largamente la más numerosa, no tenga representaciòn. Y que, contraviniendo lo establecido por la Constituciòn, los trabajadores y empresarios, tampoco tengan representantes hasta ahora. Y ¿qué decir de los millones de campesinos, pobladores de los Pueblos Jóvenes ? Ellos constituyen la gran mayorìa de la poblaciòn que sufre las injusticias del Poder Judicial y de los jueces y fiscales corruptos. Sin embargo, no pueden participar en el CNM, es decir, no pueden nombrar, evaluar, ni destituir a los magistrados corruptos que abundan en el PJ. ¿Y cuándo podrán los pobladores elegir libremente a los jueces de paz, tal como prevé la Constituciòn actual ? Antauro tiene razòn al calificar al Perù como una republiqueta, puesto que en ella ni siquiera se cumple la propia Constituciòn. Esto no puede ser una democracia.
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