“Toda atribución de un territorio debe, ipso facto, traer aparejado sus aguas anexas”. Es decir, la tierra siempre debe dominar el mar. Los mañosos y tramposos gobiernos chilenos pretenden aplicar estos principios internacionales y tradicionales al revés. Y la Corte de la Haya les ha escuchado, en contra de sus propios fallos precedentes (caso Argentina-Chile). Al disponer que el límite marítimo entre el Perú y Chile sea el paralelo del hito 1, la Corte creó dos fronteras y Chile aprovecha para declarar, con su arrogancia y prepotencia habituales, de que la frontera marítima determina la frontera terrestre, es decir, el mar domina la tierra. Y por eso pretenden quedarse con el triángulo terrestre, con la complicidad de nuestros gobernantes.
No es cuestión de tamañO del triángulo lo que defendemos. Es una cuestión de dignidad, honor y defensa del territorio patrio. Pero hay personajes peruanos capaces hasta de entregar a los chilenos a sus mujeres e hijas, a cambio de un puñado de dólares, que, para ellos, está por encima de todo. He ahí la razón por la que nuestra patria seguirá perdiendo territorios frente a sus vecinos. Ayer fue Tiwinsa, hoy el triángulo terrestre, mañana TAcna. Salvo que el pueblo peruano acceda al poder y ponga las cosas en su sitio.
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