Ahora que Ollanta Humala está por Brasil y conversa con Lula, viene a cuento una historia sabrosa que los diarios nunca difundieron bién. Unos (la mayoría por que están en la cuchimachanga de reventarle cuetes a García, ya sabemos por qué, (negociados y plata fácil) y otros, por esa proverbial falta de visión y de malicia que debe acompañar a todo comunicador o medio de expresión.
Sucede que recién elegido García en el Perú, fiel a su ego gigantesco y mal inflado; quizo autoelegirse cómo el nuevo líder de Latinoamérica, para lo cual proclamó que iba a proponer que la región sea considerada como una sola patria para todos los americanos, con un solo documento de identidad, una sola moneda y bla..bla...
Al difundirse la propuesta y preguntado Lula por un medio brasileño sobre la misma, dijo corto y textualmente:
-¡Ah García, él siempre habla estupideces!
De mas está decir que la respuesta de Lula se publicó en todas partes, menos aquí. Y que también a García no le quedaron ganas ni de darse por aludido, ni menos reclamar nada al presidente brasileño. "Mejor no hago mucha chilla" habrá pensado García. Y todo quedó allí.
A partir de allí, fué santo remedio para las ínfulas de García. Hoy se contenta con ser el "chulillo" de Uribe, en su tarea de servir a los intereses norteamericanos. Y concentra todo su ego, en tratar de engañar al pueblo peruano, contándole cuentos. Como el cuento de "el crecimiento económico", que la gente no lo percibe. U otro, como el de "agua para todos" y etc, etc.
Sucede que recién elegido García en el Perú, fiel a su ego gigantesco y mal inflado; quizo autoelegirse cómo el nuevo líder de Latinoamérica, para lo cual proclamó que iba a proponer que la región sea considerada como una sola patria para todos los americanos, con un solo documento de identidad, una sola moneda y bla..bla...
Al difundirse la propuesta y preguntado Lula por un medio brasileño sobre la misma, dijo corto y textualmente:
-¡Ah García, él siempre habla estupideces!
De mas está decir que la respuesta de Lula se publicó en todas partes, menos aquí. Y que también a García no le quedaron ganas ni de darse por aludido, ni menos reclamar nada al presidente brasileño. "Mejor no hago mucha chilla" habrá pensado García. Y todo quedó allí.
A partir de allí, fué santo remedio para las ínfulas de García. Hoy se contenta con ser el "chulillo" de Uribe, en su tarea de servir a los intereses norteamericanos. Y concentra todo su ego, en tratar de engañar al pueblo peruano, contándole cuentos. Como el cuento de "el crecimiento económico", que la gente no lo percibe. U otro, como el de "agua para todos" y etc, etc.
- Juan León Ames - 02/23/2010 - 09:50
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