En China, con una población de casi 1,400 millones de habitantes,existe mínima corrupción.¿La fórmula? El paredón. Allí se fusila sin miramientos a todo funcionario quie robe, reciba coima o cometa cualquier delito.Mientras más alto el cargo, mayor es la pena. En el Perú es al revés. A un ex-presidente se le exime de culpa y, como premio, se le reelige. Así jamás acabaremos con la corrupción. Toda nuestra legislaciòn favorece a los corruptos y ladrores públicos. Por eso es que se aponen a una drástica elevaciòn de las penas, cuando éstas deberían ser acumulativas, los delitos contra el Estado ser imprescriptibles y que ningún funcionario salga de prisiòn, mientras no devuelva todo lo sustraído, repatriándolo del extranjero. En el caso de los militares, todo robo al Estado debe ser considerado como traición a la patria, como en efecto lo es. También se debe restablecer la pena de muerte para los altos funcionarios que delinquen.Bastaría con enviar al paredón a un ex-presidente o ministro, para que desaparezcan la corrupción y la impunidad. Mientras no se adopten estas medidas, perdemos tiempo en comisiones investigadoras, juicios amañados y discusiones vanas. A grandes males, grandes remedios.
- 02/10/2010 - 10:51
todos los politicos los banqueros la gerarquia de laiglesia y los borbones y las fuerzas de reprecion todos a campos de exterminio que entren por una puerta y salgan por la chimenea ..es preferible ser gobernado por un leon bien nacido que por cien mil ratas de mi especie viva el estalinismo
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