El ex premier Yehude Simon llevó ayer a extremos la obsesión del gobierno y sus aliados a culpar de todo al jefe nacionalista Ollanta Humala, al señalar a este como promotor de la dura declaración del viceministro boliviano Sacha Llorenti, quien consideró un desaire y una provocación que García haya enviado a Simon a la inauguración del segundo gobierno de Evo Morales.
Al canciller José Antonio García Belaunde no le liga una. Cuando defendió a Simon ante las críticas nacionalistas a su designación para viajar a Bolivia, dijo que el gobierno boliviano estaba satisfecho con la misma, y casi de inmediato el viceministro Llorente rechazó la presencia del ex primer ministro peruano.
Ayer nuestro canciller, muy canchero él, dijo que “No voy a responderle a un viceministro” que no tiene nivel para expresar la posición del gobierno boliviano. Y enseguida Llorente fue nombrado nada menos que ministro del Interior. Los diplomáticos de su nivel cultivan la virtud del silencio, que no debería haber olvidado.
Al canciller José Antonio García Belaunde no le liga una. Cuando defendió a Simon ante las críticas nacionalistas a su designación para viajar a Bolivia, dijo que el gobierno boliviano estaba satisfecho con la misma, y casi de inmediato el viceministro Llorente rechazó la presencia del ex primer ministro peruano.
Ayer nuestro canciller, muy canchero él, dijo que “No voy a responderle a un viceministro” que no tiene nivel para expresar la posición del gobierno boliviano. Y enseguida Llorente fue nombrado nada menos que ministro del Interior. Los diplomáticos de su nivel cultivan la virtud del silencio, que no debería haber olvidado.
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