Parece que la vejez ha trastornado la mente de Carlos Tapia, quien cada vez yerra clamorosamente en sus percepciones y ensarta cualquier despropósito en su columna. Por ejemplo: "Pero SL... era una ideología organizada par la destrucción y la muerte". Esto podrìa haber escrito un policía sin ideología, ni conciencia de clase, repitiendo como una cotorra lo que sus jefes le obligaban a gritar.Es decir, también Tapia cree que los senderistas eran una gavilla de locos y asesinos, sedientos de sangre y que mataban y destruían sin ninguna razón polìtica, solo para satisfacer sus instintos criminales. Otra perla de Tapia: "...decisiòn casi vergonzante de intentar participar en las elecciones". Si entiendo bien lo que escribe, Tapia cree que los exguerrilleros, no obstante haber purgado sus condenas, deben avergonzarse de participar en las elecciones. Según esa lógica, el actual Presidente de Uruguay debería avergonzarse de ejercer la primera magistratura de su paìs y los ex-guerrilleros colombianos que ocupan muchas curules en el Parlamento también deberían esconder la cabeza.
El mismo Tapia que fue activo militante de la extrema izquierda, no tendría derecho a participar en las elecciones. Como ven, todo ese razonamiento es absurdo. Según la ley, todo ciudadano que cumple su condena, recupera absolutamente todos sus derechos como ciudadano y no tiene que llevar ningún estigma por las calles, como erróneamente piensa Tapia. Creo que este polìtico antiguo debería reconocer que ya cumplió su ciclo (ya hizo demasiado daño a la izquierda peruana) y debe retirarse de la escena polìtica. En cuanto a los largos e incomprensibles (para la gran mayorìa de los foristas) comentarios polìticos y teóricos, traten de usar un lenguaje más claro y asequible y aborden temas más concretos de palpitante actualidad. De lo contario, estamos cayendo en los mismos errores del pasado.
El mismo Tapia que fue activo militante de la extrema izquierda, no tendría derecho a participar en las elecciones. Como ven, todo ese razonamiento es absurdo. Según la ley, todo ciudadano que cumple su condena, recupera absolutamente todos sus derechos como ciudadano y no tiene que llevar ningún estigma por las calles, como erróneamente piensa Tapia. Creo que este polìtico antiguo debería reconocer que ya cumplió su ciclo (ya hizo demasiado daño a la izquierda peruana) y debe retirarse de la escena polìtica. En cuanto a los largos e incomprensibles (para la gran mayorìa de los foristas) comentarios polìticos y teóricos, traten de usar un lenguaje más claro y asequible y aborden temas más concretos de palpitante actualidad. De lo contario, estamos cayendo en los mismos errores del pasado.
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