Como siempre, los factores extra-deportivos determinaron la absurda "derrota" de Alianza frente a Estudiantes. El cuadro victoriano no tenìa nada que perder, ya estaba clasificado, pero su rival se jugaba el pase a la segunda ronda. Por tanto, nada mejor que ofrecer algunos millones a su rival para que se "eche". Y así lo hicieron. Porque ningún jugador profesional va a fallar un gol cantado como el de Aguirre, quien, con el arco completamente desguarnecido, pateó el balòn afuera, No era conveniente anotar, porque Estudiantes hubiera tenido que hacer dos goles en el poco tiempo que quedaba, y eso era muy difícil, aunque estuviera convenido. ¿Más pruebas? El internacional Vílchez comete un foul inexplicable, cerca al área, y se hace expulsar, a los 94 minutos. Ya se había cumplido el tiempo reglamentario, más 4 minutos suplementarios. Verón ejecuta el tiro libre y Sosa, otro jugador experimentado e internacional, saca la bola con la mano intencionalmente, provocando el gol. Ya se cumplìan 5 minutos suplementarios, cuando solo debieron jugarse 3. El juez, quien parece que solo esperaba el gol, da por terminado el partido inmediatamente. Y así terminó esta tragicomedia previamente arreglada. Los miles de peruanos que colmaban la tribuna sur seguramente se fueron llorando por el increíble resultado. Es que ellos ni sospechaban los arreglos tras bambalinas. Como siempre, los gauchos nos roban un partido en el ùltimo minuto, pero esta vez con la ayuda de Sosa.
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