sábado, 11 de diciembre de 2010

CHILE TAMBIEN FUE MARIONETA DE INGLATERRA

La mal llamada guerra del Pacifico no puede tener ese carácter porque simplemente fue de rapiña. Y es que Inglaterra utilizó a Chile contra el Perú para apropiarse de riquezas salitreras que no eran suyas. Desde esta perspectiva, la sanguinaria ocupación chilena en el Perú no puede ser heroica ni tener contornos de epopeya.

Tanto Inglaterra como Alemania, y en menor medida Francia, apoyaban a Chile, lo que incomodaba a Estados Unidos. Por eso es que en abril de 1882 el secretario de Estado norteamericano James Blaine, ante la comisión de relaciones exteriores del Congreso norteamericano dijo estas memorables palabras: "La guerra del Pacífico es una guerra inglesa contra el Perú con Chile como instrumento".

Inglaterra, recuerda en otro momento Paulovic, bloqueó la venta de armas a Perú y presionó a otros países en la misma dirección. Perú mandó construir dos acorazados en Alemania, el "Sócrates" y el "Diógenes", pero al pasar por el puerto británico de Southampton fueron detenidos, en aplicación de las leyes británicas de "neutralidad"; sin embargo en plena guerra dejaron salir a un barco chileno, construido obviamente por los ingleses, tal como fue publicado en el diario norteamericano New York Herald.


La Historia es cierta. Chile hizo la guerra, Ingleterra se benefició en su totalidad. El origen está en el expasionismo de los capitales ingleses. Hay mucha información histórica al respecto, es indudable y si desean fuentes, sólo tienen que revisar las páginas oficiales de Chile, desde periodísticos a históricos. Por citar alguno:

"Entre éstos propietarios de bonos y certificados sobresalió el inglés James Thomas North, un calderero mecánico, llegado a Chile en 1866, que se convirtió en el amo absoluto de Tarapacá, con la colaboración del también inglés Robert Harvey. Con la especulación hecha con los bonos, North viajó a Londres, donde organizó dos sociedades: The Lagunas Nitrate Company y The Lagunas Syndicate Limited, a las cuales transfirió sus inversiones en un capital de 2.122.000 de libras esterlinas.
De ese capital solo las 250.000 libras esterlinas que North había solicitado en empréstitos, llegaron a Chile. Las empresas formadas por North en Inglaterra, se adueñaron de la gran mayoría de los yacimientos salitreros de Tarapacá, y la gravitación de su influencia será decisiva en los conflictos que llevarán al país a la guerra civil". Fuente: http://www.geocities.com/sebastianjans/socialtres6.htm.



Como indica las últimas líneas, la ambición británica, oligárquica, ocasionó incluso una guerra civil en Chile de 1891, que les causó 10.000 chilenos muertos; el crédito fiscal y comercial del país deteriorados; y el predominio de un reducido número de personas de grandes fortunas.

Respaldaron la insurrección chilena de 1891 los grandes propietarios, las altas fortunas, los ingleses, especialmente North, el clero, etc. Los mismos que consideraban, según el decir de Eduardo Matte (Diario El Pueblo, Chile, Marzo 1892), "los dueños de Chile somos nosotros, los dueños del capital y del suelo; lo demás es masa influenciable y vendible; ella no pesa ni como opinión ni como prestigio".

Por: Bakan.Baby.

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