Lo autenticamente cierto es el envilecimiento como sistema implantado en el pais por quienes estan a la cabeza de las instituciones del Estado, con la hipocrita complicidad de la jerarquia eclesiastica y de los medios de comunicacion que se sirven hasta del premio Nobel a Vargas Llosa, a quien no han leido, para con sus ditirambos hacernos olvidar la gravedad del problema que vivimos los peruanos.
Ello revela que en el fondo de las cosas el problema esta en el odio visceral, propio de rastacueros, que los dirigentes sienten hacia el pueblo. Dan patadas, dan bofetadas, son soeces, y asi demuestran que para librarnos de tanta ignominia no hay mas alternativa que, con el voto universal, suplantarlos por aquel que se les opone y sumboliza la odiada virtud: Ollanta Humala.
Ello revela que en el fondo de las cosas el problema esta en el odio visceral, propio de rastacueros, que los dirigentes sienten hacia el pueblo. Dan patadas, dan bofetadas, son soeces, y asi demuestran que para librarnos de tanta ignominia no hay mas alternativa que, con el voto universal, suplantarlos por aquel que se les opone y sumboliza la odiada virtud: Ollanta Humala.
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