Carlos Andrés Pérez fue dos veces presidente de Venezuela por el partido aprista venezolano Acción Democrática. Además de ser compradre de Alan García - fue padrino de uno de sus hijos- el difunto polìtico le enseñó a su compadre todas las mañas para robar y saquear al Estado. Al igual que su ahijado polìtico, Pérez hizo un pésimo primer gobierno y terminó repudiado por todo el pueblo venezolano. Sin embargo, como García, para su segundo periodo se presentó - increíblemente- como el candidato de la juventud y como un angelito que no cometiò ningún acto de corrupciòn, asegurando además que habìa cambiado y madurado y que no repetirìa sus pasados errores.
Así logró engatusar al electorado venezolano - tal vez contaba con el mismo y extraño don de engañar a las multitudes que Dios le dio, como su compadre peruano- , y resultò elegido por segunda vez, contra todos los pronósticos. Su segundo gobierno fue peor que el anterior, pues la corrupciòn y el robo no tuvieron lìmites, hechos que provocaron el primer levantamiento de Chávez. Al término de su mandato, fue enjuiciado y condenado a prisión. Por eso es que Chávez los llamó caimanes de una misma poza.
Como podemos ver, el paralelismo en la vida polìtica de estos dos compadres es sorprendente. Lo único que espera el pueblo peruano es que García termine exactamente igual que su padrino, compadre y compañero, cuando en julio pròximo deje el poder.
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