LA PLANCHA ANTICORRUPCION ! Si es cierto lo que las encuestas señalan respecto a que la inmensa mayorìa de peruanos cree que la corrupciòn es el mayor problema de este gobierno, entonces esta plancha tiene todas las de ganar. De lo contrario, tendríamos que convenir en que el sadismo o autoflagelaciòn es la caracterìstica principal del electorado peruano.
Ninguno de los otros candidatos puede ofrecer una trayectoria polìtica tan limpia y consecuente con las luchas del pueblo, como la Plancha anticorrupciòn. Castañeda, KK, el ciudadano norteamericano Kuszinsky, el indio norteamericanizado Toledo, la calabacita Meche, todos ellos arrastran por donde van un tremendo rabo de paja, símbolo de sus fechorìas cuando fueron gobernantes o compartiendo el poder. Ninguno de ellos se libra de las acusaciones de robo y corrupciòn, mientras que a Ollanta y sus vicepresidentes nadie puede enrostrarles algùn ilìcito o ensuciar con calumnias sin pruebas su limpida carrera pública.
Esa es la gran ventaja de Ollanta en esta campaña y es el aspecto que deberán enfatizar en todos sus discursos: LIBRAR AL PERU DE LA CORRUPCION. Ahora queda por llevar una campaña vigorosa y valiente, recorriendo pueblo por pueblo el territorio nacional, ya que no contarán con los medios de comunicaciòn, ni los millones que derrocharán los candidatos de la corrupciòn. Tengan presente que el pueblo sabe desde hace mucho tiempo que jamás votará por los partidos que realizan una millonaria propaganda, pues ese dinero proviene seguramente de los ricos que financian generosamente a sus candidatos.
Ninguno de los otros candidatos puede ofrecer una trayectoria polìtica tan limpia y consecuente con las luchas del pueblo, como la Plancha anticorrupciòn. Castañeda, KK, el ciudadano norteamericano Kuszinsky, el indio norteamericanizado Toledo, la calabacita Meche, todos ellos arrastran por donde van un tremendo rabo de paja, símbolo de sus fechorìas cuando fueron gobernantes o compartiendo el poder. Ninguno de ellos se libra de las acusaciones de robo y corrupciòn, mientras que a Ollanta y sus vicepresidentes nadie puede enrostrarles algùn ilìcito o ensuciar con calumnias sin pruebas su limpida carrera pública.
Esa es la gran ventaja de Ollanta en esta campaña y es el aspecto que deberán enfatizar en todos sus discursos: LIBRAR AL PERU DE LA CORRUPCION. Ahora queda por llevar una campaña vigorosa y valiente, recorriendo pueblo por pueblo el territorio nacional, ya que no contarán con los medios de comunicaciòn, ni los millones que derrocharán los candidatos de la corrupciòn. Tengan presente que el pueblo sabe desde hace mucho tiempo que jamás votará por los partidos que realizan una millonaria propaganda, pues ese dinero proviene seguramente de los ricos que financian generosamente a sus candidatos.
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