El general Velasco, ante la detenciòn de Monseñor Bambarén por su incapaz Ministro del Interior Artola - ¿por qué todos los ministros de esta cartera siempre cometen burradas ? - ordenó su inmediata libertad y les dijo a sus asedsores: "Con la Iglesia no hay que meterse porque uno sale perdiendo". La historia confirma esta afirmaciòn del General de los Pobres. Cuando el rey de España Carlos III expulsó a los jesuitas de sus colonias de América, estos se convirtieron en los más grandes propagandistas de la independencia de los paìses americanos, en Europa y en todo el mundo. El caso más famoso fue el del pampacolquino Juan Pablo Vizcardo y Guzmán. Muchos historiadores creen que de no haberse cometido esa arbitrariedad contra la Compañía de Jesús, las ideas independentistas no se hubieran propagado tan tempranamente.
Por eso la burrada del gobierno aprista al enfrentarse a la Iglesia Católica, en la persona de varios de varios de sus obispos y sacerdotes, será un boomerang contra ellos mismos, pues el pueblo peruano, mayoritariamente católico, jamás creerá los infundios y calumnias contra los abnegados pastores que trabajan en aquellas remotas regiones.
Por otro lado, si persisten en expulsar al Hermano (no es sacerdote) Paul Mac Auley, éste se convertirá a nivel mundial en un héroe y víctima de los enemigos del medio ambiente y podrá denunciar los abusos del gobierno peruano contra los nativos en todos los foros europeos, y los ambientalistas aprovecharán para dejar escuchar sus protestas. Como no hay mal que por bien no venga, el mundo entero conocerá los crímenes que García está cometiendo contra las poblaciones aborìgenes y la depredaciòn de la Selva por las empresas transnacionales. García - considerado errónea e interesadamente como un gran gobernante por Estados Unidos y las paìses europeos -, quedará desenmascarado y por las patas de los caballos locos ante la faz mundial.
Por eso la burrada del gobierno aprista al enfrentarse a la Iglesia Católica, en la persona de varios de varios de sus obispos y sacerdotes, será un boomerang contra ellos mismos, pues el pueblo peruano, mayoritariamente católico, jamás creerá los infundios y calumnias contra los abnegados pastores que trabajan en aquellas remotas regiones.
Por otro lado, si persisten en expulsar al Hermano (no es sacerdote) Paul Mac Auley, éste se convertirá a nivel mundial en un héroe y víctima de los enemigos del medio ambiente y podrá denunciar los abusos del gobierno peruano contra los nativos en todos los foros europeos, y los ambientalistas aprovecharán para dejar escuchar sus protestas. Como no hay mal que por bien no venga, el mundo entero conocerá los crímenes que García está cometiendo contra las poblaciones aborìgenes y la depredaciòn de la Selva por las empresas transnacionales. García - considerado errónea e interesadamente como un gran gobernante por Estados Unidos y las paìses europeos -, quedará desenmascarado y por las patas de los caballos locos ante la faz mundial.
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