El rotundo fracaso de la candidatura de Carlos Roca a la alcaldìa provincial de Lima demuestra que la ciudadanìa de esta capital - considerada por los apristas como su plaza fuerte-, está totalmente desengañada del gobierno de García y nunca más votará por ese partido. También es una demostración de que las encuestas, que señalan que el 30% de limeños aprueba la gestiòn de García, son una grosera manipulación de los Torres y Saavedras , puesto que es imposible explicar la incongruencia del 2% de Roca y el 30% de García. La pregunta es: ¿ Quiénes conforman ese 30% que aprueba al gobierno aprista y por qué estos mismos no apoyan la candidatura de Roca ? Es evidente que los dueños de las empresas investigadoras de opinión inflan la aceptaciòn de García, pero no pueden hacer lo mismo con Roca porque esta candidatura no ha logrado despegar desde su nacimiento. Otra conclusión es que el más feliz con la quemada de Roca es su eterno rival en oratoria, desde las aulas universitarias, Alan Damián García. Por eso mandó arrojarlo a la piscina vacía y luego sacarlo de una patada en el trasero. Claro, porque, como alcalde de Lima, Roca hubiera amenazado la futura candidatura del "Cantante de Velorios" en el 2016.
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