Educar a nuestros niños y jóvenes es como arar en el mar. Los alumnos pasan varias horas en el colegio recibiendo formación moral y cultural, pero, apenas prenden la TV, en menos de media hora desaparecen de sus mentes esos valores inculcados. Porque la TV basura que tenemos les enseña, mejor y más rápidamente, todos los crímenes que el hombre puede cometer, los métodos sofisticados que utiliza y la impunidad que se impone. Y todo esto, con imágenes y diálogos más didácticamente productivos. Más aún, algunos noticiarios de TV parecen oficinas de información de las comisarías, pues todo el tiempo se pasan narrando con crudeza y detalle asesinatos, violaciones, asaltos, robos, en fin, una perfecta crónica del crimen. Esta es la mejor escuela del crimen.
En cuanto a la corrupción política, no es cuestión de educación, sino de impunidad. Por ejemplo, el presidente García recibió una esmerada educación en la Católica y en San Marcos, luego en España y París. Incluso creo que tiene un grado de doctor, aunque no se sabe en qué. Sin embargo, el 80% de peruanos lo percibe como un gobernante muy corrupto, y con razón. Pero si se le hubiera juzgado y condenado debidamente después de su desastroso y corrupto primer gobierno, hoy estaría en la cárcel como escarmiento para otros polìticos. La corrupción campea porque no se sanciona, pues los llamados a castigar son los más corruptos. Por tanto, se requiere un barrido total que solo podrá hacerlo un partido que no esté contaminado con esta plaga. Veamos el ejemplo de China, país donde se fusila a todo mal funcionario, y a Indonesia, donde se manda al paredón a los narcotraficantes. Mientras no se haga esto, la corrupción nos seguirá devorando.
En cuanto a la corrupción política, no es cuestión de educación, sino de impunidad. Por ejemplo, el presidente García recibió una esmerada educación en la Católica y en San Marcos, luego en España y París. Incluso creo que tiene un grado de doctor, aunque no se sabe en qué. Sin embargo, el 80% de peruanos lo percibe como un gobernante muy corrupto, y con razón. Pero si se le hubiera juzgado y condenado debidamente después de su desastroso y corrupto primer gobierno, hoy estaría en la cárcel como escarmiento para otros polìticos. La corrupción campea porque no se sanciona, pues los llamados a castigar son los más corruptos. Por tanto, se requiere un barrido total que solo podrá hacerlo un partido que no esté contaminado con esta plaga. Veamos el ejemplo de China, país donde se fusila a todo mal funcionario, y a Indonesia, donde se manda al paredón a los narcotraficantes. Mientras no se haga esto, la corrupción nos seguirá devorando.
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