Paradoja. El balón de gas cuesta hasta 60 nuevos soles en esta zona cusqueña. Mientras García persiste en exportar ciegamente el gas extraído de las entrañas de La Convención, sus pobladores pagan el precio más caro de Latinoamérica.
La comida de Margarita Cáceres de Cueva huele a humo. La cocina de gas que le regalaron sus hijos está guardada en su habitación y ya comienza a oxidarse. Hace tres años recibió el regalo, y solo la utilizó una sola vez.
Margarita prefiere cocinar con leña que gastar 42 soles para comprar un balón de gas. Preferiría no cocinar para su esposo en un fogón, pero es mejor utilizar esos valiosos soles ahorrados en comprar azúcar u otro alimento necesario para parar la olla.
La vida de Margarita transcurre en medio de la oscuridad y el hollín de su cocina. La encontramos en su humilde casa, en Echarate (el miércoles 11 de este mes), preparando el almuerzo para su familia.
Margarita interrumpe su quehacer para quejarse de las autoridades que no hacen nada para beneficiar a los pobladores de la zona con las bondades del gas de Camisea.
Dos minutos después escucha la voz del presidente Alan García en una radioemisora diciendo que hay suficiente gas para el sur y para exportar. Margarita voltea, nos mira y vuelve a quejarse sin ocultar su molestia: “¿Le dimos una segunda oportunidad para que nos haga esto?”. Vuelve la mirada al fogón, atiza el fuego y sigue preparando el almuerzo.
Una verdad desgarradora
Cuando intentamos preguntarle si estaba de acuerdo con la exportación del gas a México, el sonido de la puerta de calamina nos interrumpe. Es Blas, su esposo. Debe atenderlo y nosotros abandonar su casa.
Así como Margarita, el 90% de cuatro mil familias del distrito Echarate, provincia de La Convención, en el Cusco, utilizan leña para cocinar sus alimentos. Un rápido recorrido por este distrito cusqueño nos permite descubrir una desgarradora realidad todavía desconocida para la mayoría de los peruanos.
¿Por qué prefieren cocinar con leña y no con gas? Sucede que, a medida que uno se acerca al yacimiento gasífero de Camisea, el costo del balón de gas (GLP) se incrementa escalonadamente y muy pocas familias utilizan ese combustible.
Una paradoja
El distrito de Echarate está ubicado a pocos kilómetros de la reserva del gas de Camisea. Irónicamente en esta localidad, de cuyas entrañas se extrae el gas que llega por un ducto a Lima, y de la cual también una parte se transforma en GLP, solo 5 de cada 100 personas utilizan en sus cocinas el hidrocarburo.
De acuerdo con el XI Censo Nacional de Población y VI de Vivienda del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 91.7% de la población del distrito de Echarate utiliza leña como combustible, en tanto que solo el 5.4% usa gas para cocinar. A nivel de la región Cusco, el 32.2% de la población emplea gas y un 46.5% prefiere preparar sus alimentos con leña (ver infografía).
Pagan hasta S/. 60 por balón
En Echarate el balón de gas cuesta 42 soles, pero a una hora de viaje rumbo al yacimiento, en Palma Real, el costo sube a S/. 48 y hasta S/. 50 soles. En el Bajo Urubamba, según el alcalde de Echarate, Elio Pro Herrera, un balón de gas llega a costar 60 nuevos soles.
De las estadísticas se deduce que el consumo del gas en el Cusco, la región propietaria del yacimiento gasífero, tiene una relación inversa a la cercanía con los Lotes 88 y 57, donde se explota el recurso.
Falta de política energética
Marco Chalco de La Cuba, alcalde de La Convención, asegura que el problema se debe a la falta de políticas de estado en materia energética que estén dirigidas a priorizar el mercado interno.
Consideró que la solución depende de la construcción del Gasoducto Andino del Sur y una Central Térmica en la localidad de Kepashiato para la generación de energía eléctrica que cubra la demanda de energía de La Convención.
Mientras no se construya el gasoducto para el sur, Blas seguirá preparando y comiendo sus alimentos con olor a humo y Margarita no dejará de lamentarse de haber votado por Alan García.
José Víctor Salcedo - La Convención.
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