La importancia del periodismo on line radica en que los periodistas ya no monologan, sino que tienen que resignarse a recibir las opiniones - favorables o contrarias- de los lectores y del gran pùblico.
Por otro lado, ya no pueden manipular, distorsionar, ocultar y/o tergiversar las noticias ni las corrientes de opinión porque los foristas y participantes de las redes sociales están ahí, vigilantes y atentos, para responder, refutar, aclarar y/o destapar todo cuanto no corresponda a la realidad. Si bien algunos medios todavìa se atreven a censurar los comentarios de algunos lectores, llegará el día en que el público mayoritario haga oír su voz con plena libertad y entonces disfrutaremos de la auténtica libertad de expresión.
Esta es la razón por la que los partidos tradicionales y los grupos de poder económico y polìtico - acostumbrados a manejar este paìs como si fuera su fundo- empiezan a temblar ante el avance inexorable de las redes sociales y la inclusión de vastos sectores del Perú a ellas. Al fin ya no se dará el contrasentido de que los pobres sigan votando por los ricos, como absurdamente ha sucedido en el Perú durante casi 200 años.
Por otro lado, ya no pueden manipular, distorsionar, ocultar y/o tergiversar las noticias ni las corrientes de opinión porque los foristas y participantes de las redes sociales están ahí, vigilantes y atentos, para responder, refutar, aclarar y/o destapar todo cuanto no corresponda a la realidad. Si bien algunos medios todavìa se atreven a censurar los comentarios de algunos lectores, llegará el día en que el público mayoritario haga oír su voz con plena libertad y entonces disfrutaremos de la auténtica libertad de expresión.
Esta es la razón por la que los partidos tradicionales y los grupos de poder económico y polìtico - acostumbrados a manejar este paìs como si fuera su fundo- empiezan a temblar ante el avance inexorable de las redes sociales y la inclusión de vastos sectores del Perú a ellas. Al fin ya no se dará el contrasentido de que los pobres sigan votando por los ricos, como absurdamente ha sucedido en el Perú durante casi 200 años.
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