Hay países delincuentes y
países honestos. La historia de Chile demuestra que siempre ha sido un
país de malhechores y criminales, que jamás cumplieron con los tratados
firmados y provocaron guerras salvajes y sanguinarias - entre ellos
mismos ( contra los mapuches y entre liberales o Pelucones y
conservadores o Pipiolos), pero también contra países vecinos para
robarles sus riquezas y destruir su infraestructura. Son tan salvajes
que practicaron el cruel "repase" de los heridos y el filibusterismo,
pues se robaron nuestros barcos (antes de la guerra del salitre) y su
héroe máximo es el filibustero Lynch,
por haber destruido cobardemente todas las indefensas poblaciones de la
costa norte peruana.
Como todo delincuente, Chile nunca pudo aprovechar
del fruto de sus latrocinios, pues sigue siendo un país del Tercer
Mundo, subdesarrollado y pleno de desigualdades y protestas populares.
Son Estados Unidos, su padre y Gran Bretaña, su madre, quienes lo apoyan
en sus actitudes criminales y traicioneras. Ni siquiera han leído los
libros robados y jamás han sido capaces de fabricar mejores adornos para
sus plazas y parques que los que sustrajeron de Lima.
Sus falsos
historiadores seguirán alimentando su crónico complejo de superioridad,
pero Latinoamérica siempre los considerará como LOS CAÍNES DE AMÉRICA.
Por eso están condenados a dormir eternamente sobre las armas,
malgastando miles de millones de dólares cada año en proveerse de
armas.Porque un delincuente desarmado es nada mas que un cobarde y sus
conciencia nunca estará tranquila. ¿ A qué treta sucia pensarán recurrir
el martes para "ganar" el partido ?
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