viernes, 17 de julio de 2015

¿ PUTA ? ¡ QUE CONSTE EN ACTA !

Rosa María Palacios escribe sobre la demolición política contra Nadine Heredia en el Congreso: “Una cosa es que te digan ladrona (si no lo eres, finalmente, que te importa) y otra es que te digan puta y que lo hagan, como ella se quejó, constar en actas”

Por Rosa María Palacios

Lo he escrito varias veces. El Presidente de la República tiene un problema con el calendario y el reloj. Responde tarde, siempre. Cuando ya lo demolieron. Cuando ya nadie le cree. Ahí habla. Ahí se defiende y aparece, tartamudeando una explicación lógica. Pero tarde, pues. En política, el tiempo lo es todo, como bien sabe su enemigo Alan García que ha hecho de la debilidad de su adversario un festival.

Lamentablemente el problema se volvió contagioso en la familia presidencial. Aconsejada por los abogados, que tienen una estrategia jurídica (creo yo, fácil de ganar) pero no política, Nadine Heredia optó por el silencio mediático ante una gran demanda de información. El cuestionario que me respondió y su declaración en Facebook fueron absolutamente insuficientes.  Grave error.  Debió salir, desde el primer día a señalar con el dedo quien la acusaba y que motivaciones políticas tenía. Por callar, hasta su abogado es investigado en el Congreso.

Hoy en las encuestas se le considera la persona más corrupta del Perú. Más que García (debe estar riéndose a carcajadas) o Fujimori (condenado luego de allanarse a 7 procesos por corrupción entre ellos el regalo de 15 millones de dólares a Vladimiro Montesinos).  Esta percepción, creo yo,  es injusta pero es real y manda un mensaje de miedo a cualquiera que quiera incursionar en política. El Apra tiene a los medios de comunicación en la punta de los dedos y es capaz de demoler la reputación de cualquiera. No obedece a un control directo, sino a una magistral manipulación de la información que convierte cualquier documento apócrifo o inocuo en prueba plena, cualquier testimonio absolutorio en condenatorio, cualquier frase inofensiva en prueba de cargo. Así funciona. Filtrando. Mezclando. Aprovechando la ignorancia jurídica. Cuando meses o años después llega este bodoque de páginas al Ministerio Público, todo se archiva por absoluta improcedencia. Pero en ese entonces ¿a quién le importará? No habrá ni una línea escrita. No quedará, ni el recuerdo. La vorágine que se creó y la caldera, donde frieron a los condenados por ser políticamente lentitos, ya se habrá apagado hace mucho tiempo para ser reemplazada por otras calderas.

Políticamente demolida, Heredia,  salió  a defenderse. Porque una cosa es que te digan ladrona (si no lo eres, finalmente, que te importa) y otra es que te digan puta y que lo hagan, como ella se quejó, constar en actas. Y así se lo ha hecho saber a todo el país. Durante el 2013 el chisme del momento en Lima era que el empresario Rodrigo Arosemena (que luego resultó gerente de la famosa Antalsys)  era el amante oficial de Nadine Heredia y que pagando una jugosa suma (creo que la tarifa era 10,000 dólares) te conseguía una cita con la señora y ella te arreglaba lo que quisieras. Por supuesto, no había ni amante, ni citas, ni arreglo, pero créanme que he conversado con señoras muy distinguidas – por no leer ni el periódico – que estaban “enteradísimas” del asunto. Así es Lima Virreinal. Y no va a cambiar.

Supongo que esta fue la gota que derramó el vaso. Pero tarde pues, muy tarde.

La realidad política tanto del Presidente, como de su esposa, es sombría. Tienen que reconstruir una imagen destruida por imputaciones que no son claras -ni siquiera se le ha podido decir a esta señora por qué delito se le investiga como para justificar su cambio de invitada a investigada – pero que el grueso público ya percibe como definitivamente oscuras. No importa ya por qué, pero todo huele mal.

La Comisión que investiga a Martín Belaúnde Lossio tiene por objeto principal el estudio de la conducta de éste sujeto. ¿Por qué? Por sus nexos con la contratación de obra pública que ha resultado perjudicial para el erario nacional. Ese es el encargo central. A través de  la contratación de Antalsys como he denunciado yo desde que estuve en Puerto Maldonado en el 2014 – mucho antes de su fuga a Bolivia – Belaúnde Lossio dejó probanza por doquier de actividades, por decir lo menos, ilícitas. Sus relaciones personales para obtener contratos de obra pública fueron construidas con los Presidentes Regionales, algunos hoy prófugos de la justicia, cosa aburridísima que no le interesa a nadie investigar.

¿Esta actividad de gestión de intereses alcanza al Presidente de la República? Hasta ahora  no se conoce prueba de ello. Hoy preso (por el caso Ancash) Belaúnde Lossio no ha aportado prueba alguna contra los Humala pese al escándalo que se hizo durante su fuga sobre el inventado “pacto Evo- Ollanta” para no traerlo. (Qué papelón ¿no coleguitas?) Pero, como la Constitución prohíbe investigar al Presidente, entonces ¿vamos por su esposa? ¿En qué clase de republiqueta bananera nos ha convertido el Congreso?

Si el Apra quiere una Mega Comisión- Humala  que se entretenga examinando todos los actos de este régimen, solo tiene que esperar poco más de un año para hacerlo. Si esa es su venganza política  por los Narcoindultos, que tenga paciencia y que gane las elecciones. Pero convertir a la Comisión MBL en esa Mega Comisión es un exceso que Marisol Pérez Tello debió parar hace rato. Hoy, con todo el lío del secreto de la sesión y el acta de las preguntas al supuesto amante ha perdido por goleada. Tarde para Heredia, pero “más que sea” hoy (el martes) les ganó el partido.

“Se cree usted una torre de marfil” dijo el congresista Mulder a la señora Humala, después de meterla en la moledora de carne humana.  Que hipocresía. Todo este circo de mentiras, al que la prensa se ha prestado babeando por “primicias” que no denuncian nada, es organizado por ellos mismos. Conozco sus métodos en carne propia. En el Perú, la única torre de marfil es Alan García. Intocable. Oleado y sacramentado por el fiscal Peláez, por si hiciera falta.
¿Y la verdad? ¿A alguien le interesa en esa Comisión?

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