Redactor: VÍCTOR
ALVARADO
Militar se anticipó
a solución demandada por el Perú en La Haya. Toledo le exigió retirar esa línea
de Atlas Digital, pero él se negó, a causa de lo cual fue dado de baja y el
documento nunca se difundio.
El ex presidente
Alejandro Toledo, durante su gestión gubernamental (2001- 2005), en el
2002 con la publicación de un Atlas Digital hecho por el director del Instituto
Geográfico Nacional, General EP Gustavo Bobbio Rosas, donde por primera vez el
Perú marcaba una bisectriz como la frontera marítima necesaria entre los dos
países, tuvo una inmejorable ocasión para revelar internacionalmente la
usurpación que había hecho la clase oligárquica política y militar chilena de
37.610 km2 del territorio de Tacna y 35.833 km2 de mar territorial peruano, e
iniciar una negociación seria para fijar el límite marítimo entre los dos
países, pero la desechó y, peor aún, dio de baja al militar autor de esta
iniciativa.
La respuesta de
Toledo fue contraria de la que se esperaba, porque el presidente Toledo, con el
asentimiento de su primer ministro Carlos Ferrero, sancionó con el retiro al
general Gustavo Bobbio, luego de que el militar en cumplimiento de órdenes de
su comando, presentó dos CDS con el Atlas Digital del territorio peruano en una
feria internacional de Alemania, en los que trazó en la frontera sur, en lugar
del "paralelo" chileno que consumaba despojos al Perú, una
bisectriz o línea equidistante, que daba una porción de mar igual a los dos
países y que sería demandada en el 2009 ante La Haya como frontera marítima.
BRAVUCONADA LO
ASUSTÓ
Pero, lo más grave
sería conocerse que el pase al retiro del General Gustavo Bobbio, fue decidida
a causa de una bravuconada del gobierno del presidente de Chile, Ricardo Lagos
y la supuesta recomendación de los asesores chilenos Esteban Silva, José
Joaquín Brunner y Pablo Halpern, contra los cuáles Toledo, años después,
renegaría y admitiría que estos cumplieron una labor de "espionaje
chileno".
Toledo le requirió
a Bobbio levantar de nuevo el Atlas Digital sin la bisectriz, y él se negó. Fue
reemplazado por el General EP Adolfo Carvajal, quién adoptó la misma postura,
por lo cual el Atlas digital nunca fue distribuido, del cual solo existe
contados ejemplares en determinados repositorios.
Precisamente en
ejecución de una preocupación del comando institucional, el IGN, bajo su
dirección, se abocó a confeccionar el Atlas Digital del territorio peruano con
la finalidad de marcar la realidad de las fronteras del Perú con sus vecinos, y
como lo ha testimoniado el propio Bobbio, desde la década del 90 se sabía que
los gobiernos chilenos invocando acuerdos pesqueros de 1952 y 1954, habían
hecho tabla rasa con la frontera real establecida por el Tratado de Lima de
1924.
DESPOJOS A LA VISTA
Más aún, habían
impuesto unilateralmente una frontera ilegal e irreal en base a
un "paralelo" que desconocía el
punto"Concordia" u Orilla del Mar, como inicio de la frontera
terrestre y en su lugar solo reconocía el Hito Nº 1, distante 264.5 metros del
anterior, por el cual al pasar el "paralelo" chileno e
ingresar a Tacna, le recortaba 37,610 m2 y al ingresar al mar le despojaba al
Perú 35,833 km2 de mar territorial.
Bobbio destaca que
los técnicos del IGN, bajo su dirección, constataron que como consecuencia de
la configuración geográfica de nuestras costas, el mar adyacente de 200 millas
se va angostando progresivamente al sur a partir del Puerto de Chala, donde
sólo tiene 130 millas, 100 millas en Camaná, 80 millas en Matarani, 45 millas
en Ilo y 12 millas en el Morro de Sama, de manera que si una embarcación
peruana sale del Puerto de Boca del Río, frente a Tacna, a tan sólo una
distancia de cinco millas se encontrará en aguas que están bajo la jurisdicción
chilena.
En todos estos
años, Bobio, antes de abocarse con sus ingenieros y técnicos del IGN a la
elaboración del "Atlas Digital" estudió los tratados de
límites marítimos suscritos con Chile, y más aún personalmente constató que los
peruanos de las provincias del sur, particularmente Tacna, vivían una realidad
absurda, porque al ingresar al mar de Tacna, a los tres o cuatro kilómetros ya
se encontraban en territorio chileno. "Esto era y es
inaceptable", dice.
DEMANDA SE ABRIÓ
PASO
El ingeniero
militar visionariamente se adelantó a La Haya, porque levantó un mapa del litoral
y trazó una bisectriz en reemplazo del paralelo impuesto por la oligarquía
chilena, en el ángulo que forman las costas de Tacna y Arica en este punto del
litoral marítimo continental.
Si políticamente
Toledo era reacio a incomodar a Chile con una demanda para iniciar la
delimitación marítima, la nueva diplomacia peruana, a la manera de una
procesión por dentro, venía trabajando desde hacía años en la búsqueda de una
negociación.
Por fin en el 2005,
el canciller Manuel Rodríguez Cuadros, al frente de una paciente gestión,
consigue el 3 de noviembre del 2005, la aprobación por unanimidad de un
proyecto de ley que establece las líneas de base para la definición del dominio
marítimo del Perú sobre el Océano Pacífico, donde reafirma su soberanía sobre
las 200 millas y establece que el "paralelo" chileno le
estaba negando esa soberanía en la frontera sur.
Fue el inicio de la
gesta que concluyó el 16 de enero del 2008, con la presentación que hizo el
agente peruano Allan Wagner, de la demanda marítima en la Corte de La Haya.
MANUEL ACUÑA LO
CALIFICA DE “PIONERO VISIONARIO”
ESCRITORES CHILENOS
RECONOCEN
LA PROEZA DEL EX
JEFE DEL IGN
La peripecia del
General Gustavo Bobbio Rosas, al experimentar la represión del gobierno del
presidente Toledo por el solo hecho de haber plasmado en un atlas digital la
línea de la bisectriz como la necesaria frontera marítima entre Perú y Chile,
ha merecido el reconocimiento de historiadores chilenos, en particular por el
historiador Manuel Acuña Asenjo, pero no así, increíblemente, de los locales.
Acuña lo ha calificado de "ingeniero pionero visionario".
Acuña es autor de
la celebrada obra "La crisis del día de San Simón", en la que
reprueba la conducta prepotente del gobierno del presidente chileno Ricardo
Lagos, al rechazar airadamente las"líneas de base" para la
definición del dominio marítimo del Perú sobre el océano pacífico aprobadas por
el congreso peruano en el 2005 y reivindica la visión pionera del General EP
Gustavo Bobbio Rosas, al haberle proporcionado a los diplomáticos y técnicos de
su país las herramientas necesarias para solucionar el"diferendo
marítimo".
ARMADORES PESQUEROS
FUERON
PRIMEROS EN DAR LA
VOZ DE ALERTA
En el momento de la
elaboración del atlas digital, recuerda Bobbio, tenían muy presente reclamos
legítimos de miles de peruanos afectados con esta arbitrariedad de la
oligarquía chilena, como el testimonio del presidente de la sociedad de
armadores pesqueros de tacna, entregado al doctor en ciencias geográficas Luis
Alberto Vílchez Lara, que textualmente decía: "en 1996 el señor Tomás
Dillerva, Presidente de la Sociedad de Armadores Pesqueros del Sur, denunció
que el mar peruano de las 200 millas en la zona sur del país es una ilusión,
porque Chile, por usos y costumbres, ha establecido como límite un paralelo que
pasa por la línea de la Concordia. agregaba que el Perú no había hecho uso de
su derecho para definir esta línea de frontera, que, según procedimientos hoy
internacionalmente aceptados, resultaría del trazado de una bisectriz con
respecto de las líneas paralelas imaginarias que corren las costas del Perú y
Chile".
Según el testimonio
del armador Dillerva, "Chile al imponer en la práctica como frontera
marítima el paralelo 18° 10’ estaba usurpando más de 60 mil kilómetros de
mar" y solicitaba al gobierno "tratar diplomáticamente este
problema que se silencia desde hace muchos años".
"todos los
gobiernos no se atrevían a enfrentar este problema por temor o por sometimiento
a Chile", advierte Bobbio.
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