lunes, 20 de enero de 2014

TOLEDO: UN PRESIDENTE TIMORATO Y PRO-CHILENO



Redactor: VÍCTOR ALVARADO

Militar se anticipó a solución demandada por el Perú en La Haya. Toledo le exigió retirar esa línea de Atlas Digital, pero él se negó, a causa de lo cual fue dado de baja y el documento nunca se difundio.

El ex presidente Alejandro Toledo, durante su gestión gubernamental (2001- 2005), en el 2002 con la publicación de un Atlas Digital hecho por el director del Instituto Geográfico Nacional, General EP Gustavo Bobbio Rosas, donde por primera vez el Perú marcaba una bisectriz como la frontera marítima necesaria entre los dos países, tuvo una inmejorable ocasión para revelar internacionalmente la usurpación que había hecho la clase oligárquica política y militar chilena de 37.610 km2 del territorio de Tacna y 35.833 km2 de mar territorial peruano, e iniciar una negociación seria para fijar el límite marítimo entre los dos países, pero la desechó y, peor aún, dio de baja al militar autor de esta iniciativa.

La respuesta de Toledo fue contraria de la que se esperaba, porque el presidente Toledo, con el asentimiento de su primer ministro Carlos Ferrero, sancionó con el retiro al general Gustavo Bobbio, luego de que el militar en cumplimiento de órdenes de su comando, presentó dos CDS con el Atlas Digital del territorio peruano en una feria internacional de Alemania, en los que trazó en la frontera sur, en lugar del "paralelo" chileno que consumaba despojos al Perú, una bisectriz o línea equidistante, que daba una porción de mar igual a los dos países y que sería demandada en el 2009 ante La Haya como frontera marítima.

BRAVUCONADA LO ASUSTÓ
Pero, lo más grave sería conocerse que el pase al retiro del General Gustavo Bobbio, fue decidida a causa de una bravuconada del gobierno del presidente de Chile, Ricardo Lagos y la supuesta recomendación de los asesores chilenos Esteban Silva, José Joaquín Brunner y Pablo Halpern, contra los cuáles Toledo, años después, renegaría y admitiría que estos cumplieron una labor de "espionaje chileno".
Toledo le requirió a Bobbio levantar de nuevo el Atlas Digital sin la bisectriz, y él se negó. Fue reemplazado por el General EP Adolfo Carvajal, quién adoptó la misma postura, por lo cual el Atlas digital nunca fue distribuido, del cual solo existe contados ejemplares en determinados repositorios.

Precisamente en ejecución de una preocupación del comando institucional, el IGN, bajo su dirección, se abocó a confeccionar el Atlas Digital del territorio peruano con la finalidad de marcar la realidad de las fronteras del Perú con sus vecinos, y como lo ha testimoniado el propio Bobbio, desde la década del 90 se sabía que los gobiernos chilenos invocando acuerdos pesqueros de 1952 y 1954, habían hecho tabla rasa con la frontera real establecida por el Tratado de Lima de 1924.

DESPOJOS A LA VISTA
Más aún, habían impuesto unilateralmente una frontera ilegal e irreal en base a un "paralelo" que desconocía el punto"Concordia" u Orilla del Mar, como inicio de la frontera terrestre y en su lugar solo reconocía el Hito Nº 1, distante 264.5 metros del anterior, por el cual al pasar el "paralelo" chileno e ingresar a Tacna, le recortaba 37,610 m2 y al ingresar al mar le despojaba al Perú 35,833 km2 de mar territorial.

Bobbio destaca que los técnicos del IGN, bajo su dirección, constataron que como consecuencia de la configuración geográfica de nuestras costas, el mar adyacente de 200 millas se va angostando progresivamente al sur a partir del Puerto de Chala, donde sólo tiene 130 millas, 100 millas en Camaná, 80 millas en Matarani, 45 millas en Ilo y 12 millas en el Morro de Sama, de manera que si una embarcación peruana sale del Puerto de Boca del Río, frente a Tacna, a tan sólo una distancia de cinco millas se encontrará en aguas que están bajo la jurisdicción chilena.
En todos estos años, Bobio, antes de abocarse con sus ingenieros y técnicos del IGN a la elaboración del "Atlas Digital" estudió los tratados de límites marítimos suscritos con Chile, y más aún personalmente constató que los peruanos de las provincias del sur, particularmente Tacna, vivían una realidad absurda, porque al ingresar al mar de Tacna, a los tres o cuatro kilómetros ya se encontraban en territorio chileno. "Esto era y es inaceptable", dice.

DEMANDA SE ABRIÓ PASO
El ingeniero militar visionariamente se adelantó a La Haya, porque levantó un mapa del litoral y trazó una bisectriz en reemplazo del paralelo impuesto por la oligarquía chilena, en el ángulo que forman las costas de Tacna y Arica en este punto del litoral marítimo continental.
Si políticamente Toledo era reacio a incomodar a Chile con una demanda para iniciar la delimitación marítima, la nueva diplomacia peruana, a la manera de una procesión por dentro, venía trabajando desde hacía años en la búsqueda de una negociación.
Por fin en el 2005, el canciller Manuel Rodríguez Cuadros, al frente de una paciente gestión, consigue el 3 de noviembre del 2005, la aprobación por unanimidad de un proyecto de ley que establece las líneas de base para la definición del dominio marítimo del Perú sobre el Océano Pacífico, donde reafirma su soberanía sobre las 200 millas y establece que el "paralelo" chileno le estaba negando esa soberanía en la frontera sur.
Fue el inicio de la gesta que concluyó el 16 de enero del 2008, con la presentación que hizo el agente peruano Allan Wagner, de la demanda marítima en la Corte de La Haya.

MANUEL ACUÑA LO CALIFICA DE “PIONERO VISIONARIO”
ESCRITORES CHILENOS RECONOCEN
LA PROEZA DEL EX JEFE DEL IGN

La peripecia del General Gustavo Bobbio Rosas, al experimentar la represión del gobierno del presidente Toledo por el solo hecho de haber plasmado en un atlas digital la línea de la bisectriz como la necesaria frontera marítima entre Perú y Chile, ha merecido el reconocimiento de historiadores chilenos, en particular por el historiador Manuel Acuña Asenjo, pero no así, increíblemente, de los locales. Acuña lo ha calificado de "ingeniero pionero visionario".
Acuña es autor de la celebrada obra "La crisis del día de San Simón", en la que reprueba la conducta prepotente del gobierno del presidente chileno Ricardo Lagos, al rechazar airadamente las"líneas de base" para la definición del dominio marítimo del Perú sobre el océano pacífico aprobadas por el congreso peruano en el 2005 y reivindica la visión pionera del General EP Gustavo Bobbio Rosas, al haberle proporcionado a los diplomáticos y técnicos de su país las herramientas necesarias para solucionar el"diferendo marítimo".

ARMADORES PESQUEROS FUERON
PRIMEROS EN DAR LA VOZ DE ALERTA

En el momento de la elaboración del atlas digital, recuerda Bobbio, tenían muy presente reclamos legítimos de miles de peruanos afectados con esta arbitrariedad de la oligarquía chilena, como el testimonio del presidente de la sociedad de armadores pesqueros de tacna, entregado al doctor en ciencias geográficas Luis Alberto Vílchez Lara, que textualmente decía: "en 1996 el señor Tomás Dillerva, Presidente de la Sociedad de Armadores Pesqueros del Sur, denunció que el mar peruano de las 200 millas en la zona sur del país es una ilusión, porque Chile, por usos y costumbres, ha establecido como límite un paralelo que pasa por la línea de la Concordia. agregaba que el Perú no había hecho uso de su derecho para definir esta línea de frontera, que, según procedimientos hoy internacionalmente aceptados, resultaría del trazado de una bisectriz con respecto de las líneas paralelas imaginarias que corren las costas del Perú y Chile".
Según el testimonio del armador Dillerva, "Chile al imponer en la práctica como frontera marítima el paralelo 18° 10’ estaba usurpando más de 60 mil kilómetros de mar" y solicitaba al gobierno "tratar diplomáticamente este problema que se silencia desde hace muchos años".
"todos los gobiernos no se atrevían a enfrentar este problema por temor o por sometimiento a Chile", advierte Bobbio.

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