jueves, 8 de enero de 2015

ASOMBRO MUNDIAL ACERCA DEL HUÁSCAR

Grau , un superheroe de carne y hueso





Cuando Theodore Roosevelt, ex-Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (1901-1909), visitó a la Armada Chilena en Noviembre de 1913, estando a bordo del Crucero O’Higgins y ante el almirantazgo chileno dijo: "Necesito hacer una peregrinación para visitar el monitor "Huáscar", el más famoso y recordado blindado que haya existido y en el cual se ejecutaron los actos de heroísmo mayores que jamás se han hecho en otro blindado de cualquier nación del mundo"

La prensa inglesa decía por aquellos días de 1879 en "The Standard" del 28 de Agosto "Es posible que algunos de los hechos atribuidos al "Huáscar" sean exagerados, pero es evidente que el Capitán Grau es un marino muy bravo y muy hábil. Su atrevimiento en atacar fuerzas superiores y viveza para pasar, por decirlo así, entre los dedos del enemigo, son muy excepcionales, y luego cuando se escriba la historia de la guerra, se verá que los hechos verificados por el "Huáscar" serán lecciones de mucho valor".

"Le Matin" de París se ocupó cuando la pérdida del "Huáscar" de este modo: "El "Huáscar" representa en la historia naval del Perú un caso único, por su gesto gallardo y heroico. Estuvo comandado por el Almirante Grau que dejó con su muerte un futuro igual al que dejó el Almirante Nelson en la batalla de Trafalgar".

Luego del combate de Angamos, otros dos diarios extranjeros publicaron las siguientes noticias con fecha 10 de octubre de 1879: El Times de Londres: "El Huáscar es un barco histórico, que figura en todos los combates navales en el curso de la guerra; ha bombardeado las poblaciones de los chilenos (solamente aquellas fortificadas) , perseguido y capturado sus buques transportes y ha sido por varios meses el terror de la costa chilena. Al mando de un hábil y valiente oficial y tripulado por hombres excelentes, el Huáscar ha sido siempre un formidable adversario".

El Heraldo de Nueva York : "No se necesita haber estado del lado del Perú en la desgraciada guerra de Sudamérica, para lamentar que el gallardo Huáscar haya sido capturado por los chilenos. Algo que parecía buena suerte, pero que probablemente no era sino competencia en su manejo, ha colocado repentinamente a este buque entre los más famosos que han surcado aguas americanas. Ninguna empresa era demasiado grande ni demasiado pequeña para él. Que mantenga su antigua reputación ahora que se halla en otras manos es muy dudoso, porque comandantes tan hábiles como Grau no hay muchos".

El 14 de octubre, el representante del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica en el Perú, Isaac Christiancy, emitió al Secretario de Estado de su país un informe sobre el combate de Angamos en los siguientes términos: "Esta pequeña nave bajo la inteligente dirección del almirante Grau tuvo por cerca de cinco meses no solamente estorbada sino completamente paralizada a toda la flota chilena, incluyendo dos enormes acorazados, y mantuvo abierta la comunicación por mar para los transportes peruanos desde el norte del Perú hacia Arica... La desaparición de ese buque cambia por completo el aspecto de la guerra y da a los chilenos el control del mar... El gobierno peruano esta haciendo máximos esfuerzos para compensar la pérdida del Huáscar y procura adquirir otras eficientes naves, pero será difícil encontrar al hombre que ocupe el puesto de Grau, hombres tales no son a menudo hallados en ninguna parte...". 

Tanto lo escrito por El Heraldo de Nueva York como lo escrito por el representante del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica en el Perú, Isaac Christiancy, tenían el carácter de premonitorio porque en el terreno de los hechos el "Huáscar" en manos chilenas jamás repetiría sus momentos de honor y gloria.

Respecto a las correrías del "Huáscar" el historiador Chileno Benjamín Vicuña Mackena escribe el siguiente testimonio: "Las frecuentes, atrevidas y sobre todo impunes excursiones del "Huáscar" en las costas de Chile comenzaban a producir en el ánimo del país un sentimiento de rubor parecido al de la estupefacción, y en el cerebro de sus mandatarios una emoción semejante al vértigo. Era imposible someterse por más largo tiempo a aquella perenne vergüenza y soportar que un buque mal marinero y tres veces menos guerrero que cualquiera de nuestros blindados, viniese a manera de capricho o de mofa a retarnos en nuestros propios puertos".

Jacinto López, Historiador venezolano, escribió acerca del "Huáscar": "Mientras este solo buque peruano, el "Huáscar" subsistiese; mientras el "Huáscar" estuviera en el mar, mientras Grau estuviera en el "Huáscar", Chile no desembarcaría un solo soldado en territorio peruano y las hordas de la conquista se pudrirían en Valparaíso y Antofagasta en la larga espera del desenlace de la guerra del "Huáscar" contra toda la escuadra chilena. Este es un hecho sin precedente en la historia de las guerras navales del mundo entero, el "Huáscar" prestó servicios incomparables. El solo hizo la guerra naval. El solo protegió al Perú contra la invasión. El solo hizo la obra de una escuadra. Este es el interés y la lección de esta historia. Esta es una epopeya como la de la independencia. Este es el pedestal de Grau y la gloria del Perú. Este es el milagro de la guerra naval en la guerra del pacífico". Nueva York, Diciembre 1930. "Historia de la guerra del guano y el salitre".


En el despacho de la Reina Isabel II existen dos cuadros de los dos más grandes héroes navales, uno es de Nelson y el otro es de Grau.


Somos Grau… seámoslo siempre.

lunes, 5 de enero de 2015

¡ YO DEBO ACUSAR. YO ACUSO !


“Yo acuso”

Por Alberto Adrianzén

Casi todos los políticos, los apristas, fujimoristas, pepecistas, “castañedistas”, partidarios de Acuña y de Kuczynski, presidentes regionales, alcaldes, concejales, etc. se acusan de todo.

La “Yo acuso” es la famosa carta abierta que el escritor e intelectual francés, Émile Zola, le envió al presidente de ese país, Félix Faure, en defensa del capitán Alfred Dreyfus acusado de alta traición por colaborar con los alemanes y condenado a cadena perpetua en la famosa isla del Diablo en la Guayana francesa.

El alegato de Zola, publicado el 13 de enero de 1898 en el diario L´Aurore, sacudió la sociedad francesa y motivó una serie de protestas que lograron la liberación deDreyfus. Zola no solo demostró su inocencia sino también que tras ese juicio, amañado por cierto, existía una política antisemita orientada a dañar a la comunidad judía en ese país.

Lo que fue un hecho que conmocionó a un país y a una sociedad, tal como registra la historia, en el nuestro se ha convertido en moneda corriente en el mundo de la política, que emociona a pocos, aburre a muchos, y que más bien invita a un comportamiento pasivo y, algunas veces, hasta complaciente con hechos que nos deben escandalizar.

Y si bien uno podría repetir aquellas palabras de Zola: “¡Oh, justicia, qué horrible desaliento nos invade el alma!…”, es difícil encontrar en nuestra sociedad un movimiento parecido al que desató la carta del escritor francés.

En el Perú, casi todos los políticos, los apristas, fujimoristas, pepecistas, “castañedistas”, partidarios de Acuña y de Kuczynski, presidentes regionales, alcaldes, concejales, etc. se acusan de todo, mientras los medios de comunicación han terminado por convertir estos escándalos en la nutriente de una prensa amarilla y farandulera que esconde las causas verdaderas de la actual descomposición nacional.

Aquí también se pueden repetir hasta el cansancio aquellas otras palabras de Zola: “Esa verdad, esa justicia que con tanta pasión deseamos, ¡qué desaliento ver cómo las abofetean hasta desfigurarlas y alienarlas!”

Y eso ocurre todos los días como lo acaba demostrar la reciente exclusión de Alberto Quimper y de Rómulo León (hijo), del proceso sobre los famosos “petroaudios”.

Y es que lo que hoy vive el país o lo que se esconde detrás del “Yo acuso” local es que estamos frente a una guerra de clanes políticos y de mafias en la que cada una de estas busca defender a sus jefes.En realidad, lo que está en juego, además de la aplicación de la justicia, es saber si somos capaces de impedir que la impunidad termine como el modus operandi de políticos y mafias con canales vinculantes unos con otras.

Es como sentarse en una mesa de juego para intercambiar figuritas. Yo te canjeo la figurita de Alberto Fujimori por la de Alan García o la de Martín Belaunde Lossio por las otras dos, o la de Roberto Torres (alcalde de Chiclayo), o la de César Álvarez (presidente regional de Ancash) o la de Rodolfo Orellana o de narcotraficantes, por otras similares. Es un verdadero carrusel que esconde los nexos entre los clanes mafiosos y una mayoría significativa de políticos y de partidos políticos.

No hay otra explicación. El “Yo acuso” local es como imputar al otro de ladrón —muchas veces es cierto— cuando el que acusa es también ladrón. Es la máscara tras la que se ocultala corrupción y la búsqueda de la impunidad total. Una charada mediatizada. Nuestro “House of cards” criollo.

Por eso, lo que debemos preguntarnos es porqué la carta de Zola en Francia contribuyó a corregir una injusticia y a consolidar la institucionalidad democrática del Estado y en nuestro país la proliferación de acusaciones parece no tener ningún o muy poco impacto en la sociedad, más allá de mostrar su progresivo deterioro.

Las elecciones municipales y regionales han sido la mejor demostración de que el “Yo acuso” ha ejercido poco o ningún efecto entre los electores peruanos. Que en Lima, en la última elección municipal, personas acusadas de corrupción o militantes vinculados con partidos también acusados de corrupción hayan sido elegidos o hayan quedado en segundo puesto, o que en provincias ganaran candidatos que “prometen” robar menos ya que se llevarían la plata en carretilla y no en camiones como las anteriores autoridades, son ejemplos de la erosión —por no decir destrucción—del tejido social y de los niveles de corrupción e informalidad de la política y de la economía en nuestro país.

Para las grandes mayorías, el Perú, antes que un país y una comunidad política integrada, se le presenta como un campo de batalla en el cual la lucha por la sobrevivencia es la regla número uno y la impunidad la número dos.

Que hoy la política esté desprestigiada, bloqueada, y los políticos estén viviendo, acaso, su peor momento, es el “costo” que debemos pagar por negarnos al cambio de un modelo económico que no integra al país, que profundiza las desigualdades e incrementa la informalidad económica y social; por mantener un sistema político cerrado, informal y corrupto construido durante el fujimorismo, el toledismo y el aprismo; por no tener una izquierda moderna y popular; por tener un Estado capturado por los grande poderes económicos y penetrado por los lobbies; y por la existencia de una elite que encuentra en lo que Sergio Zermeño llamó “la sociedad derrotada” y en la “informalidad de la política”,el mejor contexto para su reproducción social y para continuar con sus desmedidos privilegios.

La responsabilidad del presidente Humala en este escenario deplorable no es menor, por eso, como diría Émile Zola en su famoso e histórico alegato: “Ésta es pues la verdad pura y simple, señor presidente. Es espantosa, y quedará siempre como una mancha de su presidencia.”

domingo, 4 de enero de 2015

CONTRA LA FALSA VISIÓN DE LA REALIDAD VENEZOLANA

Una versión sobre Venezuela, totalmente distinta a la que muestran los principales medios de comunicación, presenta la escritora Pilar Roca en su reciente libro “Venezuela bajo la lupa. Conjurados y proscritos”, recientemente presentado en Lima.

Según la autora del texto, su propósito en las 328 páginas de la obra es comunicar la realidad de lo que sucede en el país vecino, al que viajó en diversas oportunidades, particularmente en los procesos electorales ganados por el fallecido presidente Hugo Chávez, “por lo que mi escrito es con conocimiento de causa”.

El libro, dice Roca, refuta las voces de ciertas autoridades peruanas, la prensa y otros personajes que mienten con descaro sobre la realidad de Venezuela y cuentan historias que la lógica rechaza.

LA CAJA BOBA

“No es raro ver en la llamada caja boba (la televisión), que no es tan boba, programas empeñados en desacreditar a Venezuela y formar una opinión pública sesgada, acorde a sus intereses. Los televidentes recibimos información de parte porque los que sustentan posiciones ideológicas contrarias no tienen acceso a las plataformas informativas y por lo tanto no podemos conocer su opinión”, explica.

La autora anota que en el mundo, según datos de la encuestadora internacional Gallup, el tres por ciento de la población posee el 20 por ciento de ingresos y que para conservar ese privilegio es necesario transmitir normas, valores, usos y costumbres, es decir, una ideología que justifique y reconozca el poder de esa minoría.

“Las estaciones o canales televisivos echan mano en forma permanente a un grupo de personas, que por su adhesión ideológica u obsecuencia al medio se convierten en sus operadores políticos o empresariales.”

LOS MISMOS

Prosigue señalando que “al sintonizar los llamados programas de opinión encontramos por un lado que los analistas u opinadores, además de ser siempre los mismos, que no pasan aproximadamente de ocho, están íntimamente ligados a los partidos o movimientos políticos de derecha o ultraderecha y por otro lado los entrevistadores, contrariamente a la creencia popular, en su mayoría no son periodistas de profesión.”

En cuanto al término de conjurados señala que son aquellos que defienden al imperante sistema capitalista. “La pregunta es ¿por convicción? En la mayoría de los casos pienso que sí, porque ellos tienen una mentalidad individualista poco solidaria y solo se interesan por su bienestar personal y cuando mucho por el de sus familiares y algunos amigos. Hablan en nombre del pueblo tratando de convencer a los sectores populares que su línea es la correcta, que lo importante es el éxito que significa tener mucho dinero, dejando de lado los valores de solidaridad, respeto, honradez que para ellos corresponden a los fracasados.”

PROSCRITOS

“Cuando un gobierno como el de Venezuela reparte la renta petrolera, que antes se distribuía entre un pequeño grupo de personas y que ahora se destina a programas sociales amplios, no asistencialistas lo llaman populista y se empeñan en hacer creer a los ciudadanos peruanos que si se da casas, salud y educación al pueblo, el país se vendrá abajo, es decir se producirá la quiebra total. Los conjurados defienden los intereses de una capa social minoritaria y salen a la televisión para difundir sus ideas y evitar los cambios sociales.”

Sobre los Proscritos anota que son aquellos que tienen ideas diferentes a las que sustentan el sistema y por tanto no son invitados a los grandes medios de comunicación, salvo ligeras excepciones y en circunstancias específicas.

“La realidad es que no existe una verdadera libertad de prensa, lo que tenemos es libertad de empresa para garantizar la continuidad del sistema y todo el que disiente de los principios ideológicos que sustentan el neoliberalismo no encuentra tribuna mediática importante.”
 
Denis Merino

viernes, 2 de enero de 2015

ORACIÓN DE FIN DE AÑO


Señor, al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de ti. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor por lo que fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrezco cuanto hice en este año: el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento las personas que a lo largo de estos meses ame, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron la mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor, hoy quiero pedir perdón por el tiempo perdido, por el dinero malgastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías, y el trabajo mal hecho, por vivir sin entusiasmo. Por la Oración que fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón.

Padres Columbanos.

viernes, 26 de diciembre de 2014

FRANCISCO: ¿UN PAPA REVOLUCIONARIO?




EL PAPA FRANCISCO DIJO:

"Piensen en una madre soltera que va a la Iglesia o a la parroquia, y le dice al secretario: QUIERO BAUTIZAR A MI HIJO.
y el que le atiende le dice: No, no se puede, porque Ud. no se ha casado...
Tengamos en cuenta que ...esta madre tuvo el valor para continuar con un embarazo, y ¿con qué se encuentra? Con una puerta cerrada!
Y así, si seguimos este camino y con esta actitud, no estamos haciendo bien a la gente, al Pueblo de Dios.
Jesús creó los siete sacramentos y con este tipo de actitud creamos un octavo: ¡el sacramento de la aduana pastoral!
“QUIEN SE ACERCA A LA IGLESIA DEBE ENCONTRAR PUERTAS ABIERTAS Y NO FISCALES DE LA FE".
"Necesitamos santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos de jeans y zapatillas.
Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos.
Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sobresalgan en la Universidad.
Necesitamos santos que busquen tiempo para rezar cada dia y que sepan enamorarse en la pureza y castidad, o que consagren su castidad.
Necesitamos santos modernos, santos del siglo XXI con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo.
Necesitamos santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales.
Necesitamos santos que vivan en el mundo, se santifiquen en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo.
Necesitamos santos que tomen Coca Cola y coman hot-dogs, que sean internautas, que escuchen iPod.
Necesitamos santos que amen la Eucaristía y que no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos.
Necesitamos santos a los que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte.
Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros.
Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero sin ser mundanos".
Esos tenemos que ser nosotros!!!

domingo, 14 de diciembre de 2014

EN EL PERÚ, CALLAR ES SER CÓMPLICE

Palabras del periodista y escritor peruano Alfredo Pita durante la presentación de su novela “El rincón de los muertos” en la Maison de l’Amérique Latine, en París, el 5 de diciembre último.
Alfredo Pita

 Empecé a moverme en los territorios de la literatura como todos, oyendo historias, leyendo. Desde muy temprano, mis familiares pusieron en mis manos libros que formaron mi imaginación y me dieron la palabra, el instrumento expresivo que todos usamos, pero que en el caso del escritor es su instrumento de trabajo.

También los míos hicieron que muy temprano, niño aún, me topase con gente que leía libros y los degustaba, y que hasta escribía literatura. En la casa de mi padre conocí no solo a jóvenes revolucionarios dispuestos a todo por cambiar el inicuo orden de cosas peruano, sino que también incursionaban en la poesía y el relato.

Así, sin haber llegado a los diez años, y redondeando apenas la imagen en mi cabeza, intuí que la búsqueda de la belleza y de la justicia podían ir juntas.

Más tarde, a los 17 años, me ocurrió algo extraordinario. En la ciudad del norte del Perú donde vivíamos, se realizó, en 1966, un Encuentro Nacional de Poetas Peruanos, al que acudieron los vates más importantes y prestigiados que había en el país. Con algunos de ellos en el jurado, se organizó un premio al poeta joven de la región y me lo concedieron. Aún no era adulto, había recibido un premio alentador y, como si fuera poco, ya era amigo de los poetas que más leía y admiraba. ¿Qué más pedir?

Esta fue mi verdadera escuela, como más tarde lo fue el contacto con viejos y prestigiados periodistas. Pero fueron los escritores los que marcaron mi destino. En adelante, en forma constante y reiterada, y sin que yo me lo propusiera, la vida me pusoen el camino de escritores trascendentes que me dieron su amistad y su apoyo. Hoy quisiera hablar en particular de uno de ellos, de José María Arguedas.

Frecuentarlo fundó y consolidó mi vocación y mi aprendizaje en el terreno creativo y literario, pero también recibíde él una visión ética de la sociedad y de la vida, lo que me llevó de vuelta a mis primeras intuiciones, aquellas queme decían que mejorar la vida pasaba por la creación y la belleza, pero no sin la equidad y la justicia.

Poco antes de que pusiera fin a sus días, Arguedas había recibido un premio y, al agradecerlo pronunció un discurso, cuyo titulo es: “No soy un aculturado”.

En resumen, el viejo maestro nos pedía a los peruanos que no nos dejáramos alienar, que no permitiésemos que las fuerzas dominantes nos despojasen de nuestro ser esencial, que siendo en su óptica de raíz andina, se nutre evidentemente de nuestro complejo y rico cruce cultural. La alienación, ese inveterado mal peruano, es eso: el dejar de ser uno mismo por la imposición de la cultura dominante.

Una década después de su muerte, el Perú vivió una etapa de atrocidades, la peor sangría de su historia. En quince años, la guerra interna, el enfrentamiento entre el ejército y el senderismo, mató al menos a 75.000 personas, a más peruanos que todas las guerras que el país ha sostenido con sus vecinos. Y una constatación abruma porque es una evidencia descarnada: la inmensa mayoría de víctimas fueron campesinos quechuahablantes, víctimas inocentes del fuego cruzado de los terrorismos.

Y todo esto para que nada cambie. Hoy, los dueños del país nos dicen que hemos entrado en una etapa de bonanza y piden sacrificios a la gente en nombre de un espejismo que no engaña a nadie, salvo a quienes quieren dejarse engañar en Lima con los abalorios del consumismo. Tras la guerra y las atrocidades ahora tenemos la destrucción del medio ambiente, de la naturaleza, del habitat de las comunidades campesinas, en nombre de un modelo que refuerza la explotación y la alienación de la que hablaba Arguedas.

Como en las peores épocas coloniales, al Perú se le asigna, hoy más que nunca, el papel de proveedor de metales preciosos y estratégicos, de petróleo y de madera. Se nos ratifica en nuestra condición de país primario exportador, de pieza menor en la maquinaria subalterna de las economías dominantes, y esto a costa de la destrucción del territorio y del envenenamiento por siglos de las montañas y las selvas, de los espacios de vida del peruano de hoy y de sus descendientes, de los que aún no se han refugiado en Lima, en esa úlcera tentacular que inconsciente e irresponsablemente chupa la sangre de todo el país sin saber cuál es su propio destino.

José María Arguedas y otros maestros que he tenido me enseñaron una ética de la palabra, pero también una visión responsable, política, frente a la vida. Quienes estamos en capacidad de usarla palabra debemos hablar en nombre de quienes no pueden hacerlo. En países como el Perú nuestra voz no nos pertenece sólo a nosotros.

En este sentido, en este momento, cuando los campesinos de Cajamarca, mi región, marchan hacia la capital para hacer oír su voz ante la conferencia internacional de las Naciones Unidas sobre el clima (COP20), reunida en Lima, yo no puedo callar.

El clima está siendo destruido por el sistema egoísta, irracional y contaminador que devasta la vida de las comunidades de mi país y de otras partes del mundo.

Yo no quiero ser un cómplice y guardar silencio frente a los crímenes que cometen los gobernantes peruanos y la élite a la que sirven traicionando a quienes los eligieron.

Cuando la injusticia y el latrocinio se enseñorean en mi país y destruyen las bases mismas de la vida de la gente humilde, yo no puedo callar. Cajamarca tiene mil veces razón.

Hay un nuevo colaboracionismo en países como el mío, donde se aplasta a las poblaciones en nombre de un frenesí productivo que es el extractivismo irracional y sin límites al que ya he aludido, que apunta a un desarrollo que nunca llegará, mientras se destruye a la naturaleza y a los habitantes, en tanto que en la capital el grueso de los intelectuales prefiere el silencio. Yo no quiero callarme frente a este abominable orden de cosas. Yo no soy un colaborador del nuevo colonialismo.

No quiero ser cómplice y deseo expresarlo en esta ocasión, al tiempo que ratifico que voy a continuar con mi trabajo de escritura, que voy a seguir desarrollando mis historias con la más absoluta libertad creativa, pero sin perder de vista que soy un hombre con responsabilidades, un ciudadano consciente, no un simple manipulador de palabras, dócil ante el mercado o ante las señales que me envían los poderosos que lo controlan.

Alfredo Pita
Colaborador

miércoles, 3 de diciembre de 2014

11% DE CHILENOS QUIEREN DAR MAR A BOLIVIA. OLIGARQUÍA SE OPONE



Asegura político del país del sur en conversatorio sobre el tema en Lima.

Muchos chilenos quieren dar a Bolivia salida al mar

Lo que hasta hace pocos años era un imposible hoy es una realidad. Según el político chileno Ricardo Jiménez, un sector significativo de la opinión pública de su país favorece el otorgamiento de una salida soberana al mar para Bolivia.

Citó encuestas en las que 11 por ciento de sus conciudadanos están de acuerdo con esa solución al viejo diferendo, lo que evidencia que “hay un cambio de actitud en ese sentido”.

En un evento sobre el tema, organizado por el Capítulo Perú de la Articulación de Movimientos Sociales hacia el Alba, efectuado en la Comunidad Andina de Naciones, el sociólogo Jiménez, miembro del Partido Progresista del ex candidato presidencial Marco Enriquez-Ominami, expresó que es de justicia que Bolivia logre por alguna zona de Chile una salida al mar.

“Es un hecho inédito que por primera vez la opinión pública de Chile reclame una solución para Bolivia que según mi criterio tiene una dimensión política” que no ha sido posible porque “la oligarquía chilena se apropió del Estado y de la política exterior aplicando una política excluyente en lo interno y de expansión y saqueo de los países vecinos en lo internacional, ligada a intereses foráneos”.

POLÍTICA OLIGÁRQUICA
 
Jiménez explicó que en doscientos años de independizarse de España solo tres presidentes aplicaron en su país una política diferente. “Primero O`Higgins, compañero de San Martín y Bolívar quien se opuso a la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana y que fue derrocado y exiliado en el Perú, donde murió”.

Mencionó asimismo a José Manuel Balmaceda que en 1880 “fue derrocado por la oligarquía chilena por pretender desligarse del imperio británico que se había apoderado de los campos salitreros, y el presidente Salvador Allende que tuvo un fin parecido. Esta oligarquía expansionista estuvo no solo contra Perú y Bolivia sino también contra el pueblo mapuche que O`Higgins había reconocido”.

ACERCAMIENTO
 
Según Jiménez, el cambio de actitud de los chilenos comenzó cuando en 2006 el presidente Evo Morales se entrevisto con la presidenta Michelle Bachelet, ambos en su primer gobierno, y por primera vez en Chile se escucharon las voces de nueve mil personas gritando “mar para Bolivia” en un acto al que asistió Morales.

“Somos testigos de cómo han ido creciendo estas voces tanto entre los políticos, congresistas como Camila Vallejo, rectores de universidades y muchos otros. Incluso hay un documento en Internet con el titulo de ‘El Chile que quiere mar para Bolivia’”.

“Nuestro candidato Marco Enriquez-Ominami, que tiene grandes posibilidades, según las encuestas, de llegar a la presidencia en las elecciones del 2017 se ha pronunciado en el mismo sentido anotando que se tiene que dar una solución política a este tema que es de principio, claro que la reacción de la oligarquía es feroz”.

DEMANDA EN LA HAYA
 
Por su parte el embajador de Bolivia en el Perú Gustavo Rodríguez Ostria enfatizó que no pretende buscar militantes para su causa sino que su interés es que se conozca su posición en busca de que Chile cumpla los compromisos asumidos y negocie en firme y en corto plazo una salida soberana de Bolivia al mar.

Recordó en 1904 se firmó un Tratado de Paz y Amistad por el cual Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120 mil kilómetros cuadrados de territorio, particularmente donde se encontraban las salitreras y las minas de cobre que hoy son el principal sustento de la economía de Chile.

“Posteriormente y en tres oportunidades desde 1948, autoridades chilenas prometieron conversar sobre un acuerdo para una salida al mar para Bolivia pero no cumplieron, ese es nuestro pedido ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya, que Chile cumpla con ese ofrecimiento. Es falso que pretendamos desconocer el Pacto de 1904 o modificar el Tratado.”

El diplomático señaló que su demanda ante la Haya se basa en el Pacto de Bogotá de 1948 según el cual,los países latinoamericanos firmantes pueden apelar al citado Tribunal Internacional para resolver controversias entre ellos.

“Una negociación no es un acto inamistoso ni de agresión, lo que buscamos es que Chile se siente con Bolivia a negociar salida soberana al mar. Chile afirma que Bolivia tiene salida al mar por Arica y Antofagasta pero no hay condiciones para el libre tránsito, las autoridades chilenas revisan nuestras cargas e incrementan cobros e impuestos.”

COMUNIDAD HISTÓRICA
 
Rodríguez Ostria manifestó que, de concretarse una salida soberana al mar, se daría una gran integración porque su país tiene importantes recursos de gas, agua y alimentos que servirían para pueblos del sur del Perú y el norte de Chile “pero hoy hay una espina clavada como es la salida al mar”.

De otro lado el historiador Wilfredo Kapsoli enfatizó que el Perú y Bolivia son países milenarios que tienen una raíz histórica común con importantes culturas prehispánicas que ocuparon desde la cordillera hasta el mar hasta que eran sociedades redistributivas que intercambiaban conocimientos culturales, sociales y económicos.

“Para las sociedades andinas el mar es su gran cocha y forma parte de su imaginario”, dijo, además de recordar que los pueblos peruano y boliviano lucharon por su libertad del yugo español y tuvieron héroes como Túpac Amaru y Tupac Katari que pretendieron un regreso a la civilización inca.

El especialista dijo que tanto el historiador de la República Jorge Basadre como el ideólogo socialista José Carlos Mariategui afirmaron que se pasó de un colonialismo español a uno británico y que este se desató, usando a Chile, la guerra contra el Perú y Bolivia para apropiarse del guano y del salitre.

“Tanto en Tarapacá como en Antofagasta habían grandes yacimientos de salitre que servía para fabricar pólvora y como fertilizante, antes de la guerra se exportaban millones de quintales de este producto”, recordó y señaló que, ante medidas nacionalizadoras, Inglaterra lanzó la guerra.

ADEMÁS
 
Kapsoli citó al también historiador Antonio Zapata y su ensayo sobre la restitución de salida al mar para Bolivia por Arica y como serviría para el comercio de Chile, Bolivia y Perú. “Bolivia requiere que se le haga justicia”, remarcó.
 
Denis Merino