domingo, 8 de julio de 2012

¡FELIZ DÍA DEL MAESTRO !

MAISTRITO DE PUEBLO

Que ya te dije que no
y tus caprichos no acepto,
Aunque me dejes de hablar,
aunque te sientas molesto;
Y aunque me hagas sentimiento
no he de darte mi permiso...
Antes, te lleno de cuero.

Tanto dinero gastado,
Tanto celo, tanto empeño,
La primaria, secundaria, universitario
y cursos de especialización
Tanta hablada de tu parte
Con todos tus compañeros
Diciendo... que tú serías
Un profesional bueno,
Que ibas para licenciado
O que si no... serías médico,
Contador, militar, cura,
Político o ingeniero.

Y hoy que estás como chiflado
O loco te me estás volviendo
Me sales de babosote
Con la idea de ser maestro.
Tanto dinero gastado...
Tanto afán, tanto empeño
Tantas felicitaciones
De amigos y compañeros,
Para que hoy... con gran cinismo
Tú me digas... ya no quiero
Llegar a ser burgués cursi
Si no preciado maestro.

Que ¿Qué, no te va a dar vergüenza
de rebajarte tan feo?
¿Qué no vas a sonrojarte
de bajar a tal empleo?
¿MAISTRITO?... que grande cosa,
que dignidad... que talento...
que porvenir... que importancia,
que prestigio... que abolengo.

MAISTRITO DE ESCUELA... un torpe
Que nada sabe de cierto,
Haragán, irresponsable,
Vago, pobre... un majadero.

MAISTRITO... sólo un don nadie
Un vulgar vago de pueblo,
Que va a organizar plantones,
Marchas, huelgas y jaleos.
Un flojo que sólo quiere
Ganar dinero y dinero
Sin importarle a los niños
Ni sentir el magisterio.
Que no venera a la patria
Hombre ruin, politiquero,
Pues para él sólo es valioso
Pasarla de bullanguero.

Haber Explíqueme... licenciado
Dígame usted, ingeniero
¿Qué va a enseñarle a los niños?
¿ Cómo va a orientar al pueblo?
¿Cómo va exponer su clase
a los niños de primero,
si usted no sabe contar,
ni jugar, ni estar contento,
ni sabe del trato amable
y menos contar un cuento
y sólo sabe vestirse
más o menos de... cirquero?

Muy sabihondo el hombrecito
Que ni quebrados, ni enteros,
Ni decimales, ni nada,
Conque... ya dije que no
Y no me siga molestando...
Que normal, ni que normal...
No quiero que seas maestro.
Antes te llevo al campo
Para que seas jornalero
Pa’ que el sol te dé en el lomo
Y te pongas fuerte y prieto.

ASI ME DIJO MI PADRE
Y YO QUE MUCHO LO QUIERO
BAJE LA FRENTE Y SALI
DICIENDOLE... ESTOY DE ACUERDO
YO SERE LO QUE USTED DIGA
EN VERDAD... SE LO PROMETO
PERO... YA NO ESTE ENOJADO

QUE LE HACE DAÑO... Y ME APENO.

Salí a la calle, vagué
Por las parques y los huertos,
Por el jardín, la placita,
Por la iglesia y el colegio...
Miré, mire a los peones cansados
Sudorosos, sin aliento,
Poniendo sobre un papel
Sólo la huella de undedo.
Vi a las mujeres descalzas
Cargando leña del cerro,
Y vi niños, muchos niños
Hurgar en los basureros.

Recogí desesperado
A esa gente de mi pueblo,
A esas gentes sin fortuna,
Sin rendición, ni consuelo.
Los metí en mi corazón,
En mi entraña, en mi cerebro,
Les di patria en mi conciencia,
Y me confundí con ellos.
Allí frente a aquellos niños
Frente a esos niños enfermos,
Pensé que eran angelitos
Despreciados por el cielo.
Miré que no tenían alas
Los miré casi sin cuerpo,
Angeles sin un hogar,
Sin virgen, ni padre nuestro.

Y pensé... si me aferrara
A ser licenciado, médico,
Contador, conferencista,
Sacerdote o ingeniero,
¿Cómo podría despertar
la conciencia de mi pueblo?
¿En qué les favorecería
que yo lograra alto empleo,
Sí ni justicia, ni amor,
ni palabras de consuelo
podría darles y ofrecerles
para calmar su tormento?...

entonces volví a mi hogar,
todo lo tenía resuelto,
llamé a mi padre y le dije:
“Yo a usted mucho lo respeto...
comprendo sus sacrificios,
Sé de sus ansias y sueños.
Pero hoy... quiero que me escuche,
Por favor... sólo un momento.

Si quiere que sea útil al pueblo
Si quiere que colabore
Para mejorar mi Perú querido.
Si usted quiere que mi vida
La dedique a lo que quiero
Luchando por la igualdad,
Por la ciencia y el progreso...
Deje padre, que yo tenga
La profesión con la que sueño.
Deje que yo sea feliz
Con mis niños sin colegio.
Deje que con mi vocación
Se torne clase y recreo,
Que sea lección de cariño,
Que sea canto, que sea verso,
Que pueda yo ser lucero
Con la luz del alfabeto.
y sea manantial
Que sacie la sed del pueblo.
Déjeme sufrir... luchar,
Déjeme vivir con ellos
Para lograr educarlos,
Para levantar un colegio.
Déjeme padre... que sufra...
Deme permiso le ruego
Para sembrar esperanzas,
Para apuntalar anhelos.
Deje que forme escuela,
Escuela a los cuatro vientos,
Escuela de libertades
Donde haya luz y contento.
Deme permiso papá...
Que yo sea un maistrito de pueblo
Que ponga programas justos,
Que trace los caminos nuevos.
Deje que siembre la miel
Deje que propicie el vuelo
De esa águila que parece
No tener alas ni aliento
Deje que mi voz la escuche
El militar, el gobierno,
El sacerdote, el artista,
El postergado y el jornalero,

Si ya mi hermano es doctor
Y el mayor ya es ingeniero,
¿Porqué no permite usted
que yo... me torne maestro...
Sí ellos en su ingratitud
ya han formado un mundo nuevo
de explotación, de egoísmo,
de lujos y de dinero.
Si hasta de usted se han olvidado,
Si ya no vienen al pueblo,
Y en su situación burguesa

la gratitud y amor han muerto.
Si ellos saben que aquí, en casa,
Hay pobreza hay apremio,
Porque ni por caridad
Lo atienden cuando está enfermo?...

Mi padre quedó pensando
Silencio guardó un momento...

Entonces me abrazó y me dijo
Si... muchacho... te comprendo:
Vete a luchar hijo mío
Yo esperaré tu regreso,
Sabiendo que traerás cosas
Logradas con fe y empeño.
Cuando vuelvas hijo mío
Vamos a estar muy contentos
Y se llenará toda la casa
Con tu amor y tus pequeños.
Si aquí no me encuentras,
Sé que tendrás el consuelo
De volver a esta tu casa
De regresar a tu pueblo.
Yo sé que vendrás por verme,
Tú vendrás por este viejo
Y querrás con toda tu alma
Enseñarme el alfabeto.

Más si aquí no me encuentras
Ve a buscarme al cementerio

Y ahí juntitos los dos
Envueltos en el silencio
Me dirás de tus afanes,
De tus luchas, tus proyectos,
De tus sencillas tareas
De tu honor y de tus éxitos.
No me traigas flores, hijo,
Yo sé que no las merezco,
ni cruz, ni ceras, ni nada,
sólo quiero tu recuerdo.

ANDA HIJO MIO... vete ya . El Perú
espera tu esfuerzo,
Te espera el hombre ignorante
Y los niños descoloridos,
Yo aquí me quedo esperando
Con orgullo verdadero,
Porque sé que cumplirás
Ser prestigiado maestro.
Anda hijo mío... vete ya.
Que si de momento muero

griteré muy orgulloso :

MI HIJO... ES MAISTRITO DE PUEBLO.



Abraham Rivera Sandoval (México).


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