miércoles, 4 de diciembre de 2013

PERÚ: CERO EN EDUCACIÓN

 CÉSAR LÉVANO

El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes ha confirmado que el Perú ocupa el último lugar en matemática, ciencias y comprensión lectora. Entre 65 países examinados, nadie nos gana. Tenemos el puesto 65.

No me sorprende. La nuestra es, desde hace años, una educación en quiebra. Finlandia, que suele ocupar en cada encuesta uno de los primeros lugares, invierte el 6.8 por ciento de su producto bruto interno en educación; el Perú, el tres por ciento.

La culpa es, pues, en primer lugar del Estado, de la política nacional. Se comprueba acá una constante de abandono. En el régimen de Fujimori se acentuó esta defección estatal, guiada por el neoliberalismo. Esto se cristalizó en un decreto que autorizó la creación de universidades con fines de lucro. Un cálculo de especialistas indica que el año 2021, celebraremos el segundo centenario de nuestra independencia con tres veces más escolares en colegios privados que en públicos.

En general, la ruina de la educación pública y la pobreza de la privada padecen vidas paralelas.

No se puede omitir que el Banco Mundial pactó con los gobiernos del Perú, bajo Fujimori y bajo Alan García, el descuido de la universidad pública y la preferencia por las universidades privadas. Cierto, hay unas pocas universidades públicas que gozan de bonanza económica gracias al canon minero; pero no siempre aciertan en su programa de inversiones.

Cuando gobernó el Apra multiplicó los institutos pedagógicos particulares donde algunos maestros “enseñaban” lo que no sabían. Con esa tabla ética, no debe asombrar que el rector aprista de una universidad privada se asigne dos millones de soles de sueldo mensual.

Conocemos la ruina de la enseñanza en Lima. Poco se sabe del abismo de miseria en que se hunden muchos colegios y escuelas de provincias.

Parte de la culpa colectiva corresponde a los maestros. Muchos de ellos saben reclamar derechos legítimos, no saben que estos tienen –deben tener– un contrapeso de deberes.

El presidente Ollanta Humala acaba de anunciar un futuro plan de industrialización. Con el nivel de educación actual no iremos lejos.

El Perú padece, más allá de las aulas, un virtual monopolio de la prensa y una variada difusión de la ignorancia. Los medios de comunicación sufren, en general, analfabetismo funcional. A muchos personajes públicos, legisladores o periodistas, les damos a leer un “Condorito”, y les provocamos un surmenage.

No todo es inversión privada y educación privada, señor gobierno.

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