domingo, 24 de abril de 2011

CIPRIANI, UN PESIMO CARDENAL.


Si MVL es un pésimo polìtico, pero un gran literato, el agente fujimontesinista Juan Luis Cipriani no tiene ninguna autoridad moral para criticarlo. Pues él es un polìtico mediocre y encubierto, infiltrado en el seno de la Iglesia Católica y aprovecha de su cargo para ocuparse contínuamente de asuntos polìticos, siendo así que los cánones de la Iglesia le prohíben expresamente inmiscuirse en ese campo. Pero si Cipriani como polìtico no pasa de ser un mediocre, como arzobispo y cardenal su actuación es pésima. Bajo su mando la Iglesia Católica ha perdido mucha credibilidad y su autoridad moral se ha tornado.
cuestionable. Millares de fieles católicos han abandonado la Iglesia, decepcionados de la doble moral de sus dignatarios y seminarios y conventos se ven vacíos, por la escasez de vocaciones religiosas.

Haría bien Cipriani en salir del closet y decidirse por la polìtica y dejar el capelo cardenalicio. Debe proclamar su fujimorismo y unirse a la campaña de Keilo. Sería más sincero con los peruanos y con Dios.

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