viernes, 6 de noviembre de 2009

URGE UNA LEY SOBRE LAS DONACIONES

Siempre ha ocurrido que las donaciones extranjeras, y aun las nacionales, no llegan a manos de los damnificados, sino que desaparecen por arte de magia, llenando los bolsillos de los ministros y otras autoridades. Para evitar en el futuro estos robos descarados, se debe sancionar una ley que prohíba a las autoridades peruanas manejar estas donaciones, y que los mismos donantes vayan a los lugares del desastre y entreguen directamente el dinero o bienes a las verdaderas víctimas del fenómeno natural.En último caso, a la autoridad local, debidamente fiscalizada por la población. Después del terremoto de 1959, en Arequipa, los hermanos bolivianos se fueron a Tiabaya, la zona más castigada, y repartieron allí las carpas, frazadas, camas, etc. a los damnificados. Fue la única ayuda que realmente quedó en poder de los damnificados. Esta experiencia debe aplicarse en todos los casos.

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