viernes, 21 de febrero de 2014

SALARIO MINIMO VITAL O MORTAL

La semana pasada el presidente Obama promulgó la elevación del salario mínimo a US$ 10.10 la hora para todos los trabajadores bajo contratistas del gobierno federal. Este entrará en vigencia a partir del primero de enero de 2015. Es un primer paso mientras se negocia con el Congreso un aumento general a través de la Ley Harkin-Miller, que lo incrementaría 39% respecto de su nivel previo de US$ 7.25 de 2009, y que se ajustaría periódicamente con la inflación. Mientras tanto en el Perú, el salario mínimo ha perdido 4.1% de su poder de compra respecto del último aumento en junio de 2012. Asimismo, el titular del MEF se muestra contrario a su ajuste, señalando que puede inducir a la informalidad.


Germán Alarco Tosoni
Germán Alarco Tosoni
Opinión Profesor Universidad del Pacífico
Los argumentos para elevar los salarios mínimos reales en los EE.UU son diversos. Para ellos, los salarios mínimos bajos son malos para los negocios, afectan la moral de los trabajadores, elevan la rotación del personal que contribuye a su vez a una baja productividad y a mayores costos para las empresas. Mejores salarios son buenos para las ganancias de las empresas. La elevación del salario mínimo permitiría no solo reducir la pobreza sino mejorar la calidad del trabajo de las personas que prestan servicios públicos a nombre del Estado. Por encima de US$ 14,500 anuales un trabajador puede mantener a una familia de cuatro miembros fuera de la pobreza. Asimismo, un salario mínimo más elevado beneficia más a las trabajadoras mujeres.

Somos el único país latinoamericano donde los salarios mínimos no se ajustan anualmente. Los S/. 750 mensuales del Perú equivalen con el tipo de cambio promedio de 2013 a US$ 278 mensuales. Este nivel es inferior al salario mínimo brasileño de US$ 314 mensuales, Colombia US$ 315, Chile US$ 424, Ecuador US$ 318, Argentina US$ 602, Venezuela US$ 490 y Uruguay US$ 381. Solo tenemos un salario mínimo superior al de Bolivia que es equivalente a US$ 144 mensuales.

Un incremento inmediato del salario mínimo de S/. 750 a S/. 820 para todo 2014 permitiría recuperar tanto la pérdida acumulada del 4.1%, mantener su poder de compra en este año y una mejora real de alrededor del 2%, para iniciar su reajuste periódico a inicios del próximo año. Estas cifras son modestas respecto de la distancia que media entre este salario y las necesidades básicas que debería satisfacer. Por ejemplo, para mantener su poder de compra a niveles de diciembre de 1967 se debería elevar a S/. 2,018 mensual. Sin embargo, de lo que se trata es que el salario mínimo recupere progresivamente la función de reducir la pobreza multidimensional, ampliar la demanda-producción, mejorar la distribución del ingreso y contribuir también a mayores ganancias. Si surgieran algunas presiones inflacionarias estas podrían frenarse con una adecuada política monetaria y potenciando INDECOPI.

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