El inocente niño Rafaelito nos trae a la memoria una antigua polka de los Barrios Altos:"Los militares, los militares, cómo te gustan, cómo te gustan los militares ". Ahora piensa en construirles un monumento "sin pedir permiso a nadie". No será un monumento erigido por la ciudadanía, ni por el Gobierno, ni por las autoridades. Será obra personal e intransferible de alguien que trata por todos los medios de separar a las Fuerzas Armadas de la civilidad. Con el mismo criterio, los senderistas sobrevivientes de la guerra interna podrían también erigir a sus camaradas muertos otro monumento.¿Les permitirían ? Un total contrasentido que sólo este niño- ¿por ser niño?- puede proponer.
12/22/2009 - 10:56
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