Cuando la señora Pilar Nores descubrió que García había cometido adulterio y esperaba un hijo bastardo, decidió abandonar a su esposo e irse a su patria, Argentina. Fue el antiguo terrorista Armando Villanueva quien la convenció, ya en el aeropuerto, y la regresó al hogar. ¡ En qué maldita hora lo hizo ! Pilar debió irse por dignidad, como mujer honesta y responsable y desde Argentina denunciar, en plena campaña electoral, al candidato inmoral. De esta manera hubiera librado a todo el pueblo peruano de la desgracia de tener como Presidente al político más delincuencial de toda su historia.Pero, en fin, más vale tarde que nunca. 12/15/2009 - 11:58
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