EL CAPO AL GARCIONE

Al capo de la mafia aprista, Al GARCIONE, hay que descarnarlo hasta los huesos y todo el tiempo, para que el pueblo peruano no olvide su tenebroso y vastísimo prontuario delictivo. A los fanáticos apristas, copartícipes en los innumerables faenones, se les enroncha todo el cuerpo cada vez que LA PRIMERA saca a luz las fechorías de este destructor nato(destruyó el Perú en su primer gobierno y su partido, en el segundo; destruyó sus hogares y los de otros compañeros ) y cuánto quisieran que este diario silencie todo lo referente a su jefe. Esto para que el encantador de serpientes y vendedor de sebo de mula vuelva en el 2016 como un angelito, haciendo un millón de promesas, pues, sigue en la creencia de que Dios le ha dado ese extraño poder embaucador y que el electorado se dejará engañar por tercera vez.

Los diarios de la DBA tienen sus razones para no ocuparse de Al Garcione: Es su más preciado "guardacho" político para las elecciones del 2016. Entonces lo lanzarán como el candidato inmaculado, libre de paja y polvo, sin ninguna acusaciòn de corrupción a cuestas "por falta de pruebas". Eso es lo que esperan, pero esta vez Al Garcione no podrá salirse con la suya. Cuatro pelagatos suyos en el Congreso no podrán defenderlo, ni impedir que la justcia caiga sobre él con todo. Los delitos son tantos y tan evidentes que nada ni nadie podrá salvarlo. Y muerto el perro del hortelano. . . muerta la rabia (Apra). ¿El Apra nunca muere? Por obra de sus perseguidores, no; pero por un harakiri, sí.