jueves, 19 de abril de 2012

POR UNA AUTÉNTICA DEMOCRACIA

1. El general Velasco no fue elegido por el pueblo, pero fue legitimado y reconocido por todo el Perú, a excepción de la DBA y sus partidos, debido a sus grandes obras en favor de las masas empobrecidas que eran, y todavía son, la gran mayorìa de la poblaciòn peruana. Por tanto, si la verdadera democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y PARA el pueblo, Velasco, sin necesidad de ser elegido por este pueblo, fue mucho más demócrata que muchos presidentes que, luego de ganar las elecciones, traicionaron a sus electores y gobernaron para una ínfima minoría constituida por los grupos de poder económico.

2. En el Perú no existe una auténtica democracia y el llamado "estado de derecho" no es más que un estado de desorden, desigualdad, injusticia y corrupción, impuesto y establecido por la DBA y su Constitución delincuencial. Este estado antidemocrático es, a su vez, sostenido a rajatabla por los nuevos perros guardianes de la DBA que son los medios de comunicación, especialmente la TV basura.

3. Humala se comprometió a transformar este desorden económico, social y polìtico, pero ha empezado por traicionar también al pueblo que lo eligió, por lo que se convierte en un gobernante antidemocrático puesto que no está trabajando para el pueblo. Para ello fue obligado por la DBA a deshacerse de sus asesores principales de izquierda, capaces y experimentados en mil combates políticos contra los partidos tradicionales. Solo y aislado como se encuentra hoy, es incapaz de retomar el rumbo que nunca debió perder.

4. Lo que requiere el Perú con urgencia, según lo demuestra nuestra historia polìtica, es una dictadura democrática, esto es, un gobierno enérgico y fuerte, nacionalista y soberano que transforme el Perú en beneficio de la mayorìa de la poblaciòn y no solo de los empresarios extranjeros, corruptos y voraces.

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