Quienes cocinaron esos malhadados decretos no saben que no hay mal que por bien no venga. Expliquemos: con esos dispositivos anticonstitucionales podrán salir de la cárcel todos estos terrucos estatales, pero se apelará a los organismos internacionales de justicia y estos - como tantas veces, para vergüenza de nuestro paìs- rectificarán las sentencias. García, Fujimori y todos los demás asesinos saldrán libres, pero se verán obligados a huir del país y vivir como parias el resto de sus días, sin poder disfrutar de los millones que robaron, pues el largo brazo de la justicia internacional los perseguirá y atrapará tarde o temprano. Y si no caen, los peruanos nos habremos librado para siempre de estos delincuentes que tanto daño han hecho al país, utilizando la polìtica. Y eso es lo mejor que nos puede ocurrir.
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