martes, 7 de septiembre de 2010

DE GUERRILLEROS A PRESIDENTES


Por Ramiro Escobar
rescobar@larepublica.com.pe

La escena no es nueva: una corriente política, dizque disuelta por la historia, sacude el tablero o, a fuerza de insistencia, termina acercándose al Poder. Entonces, casi del subsuelo, brotan impulsos dignos del psicoanálisis y la política se convierte en una feria de cargamontones. Así ocurría con Lula en Brasil y quiso ocurrir con Mujica en Uruguay.

Algo parecido se intentó con el periodista Mauricio Funes, el actual presidente de El Salvador a nombre del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), la ex guerrilla. Incluso doña Michelle Bachelet, en la campaña del 2005, sufrió el embate de un operativo que pretendía vincularla al secuestro del hijo del dueño de El Mercurio.

Pero ocurre que Lula, quien purgó cárcel por ser un sindicalista movido, ahora está a punto de dejar su segundo gobierno con más de 70% de aprobación. José Mujica, que fue un guerrillero real (capturado 4 veces, estuvo preso 15 años en total y se fugó dos veces), lleva adelante, sin drama, el segundo periodo del Frente Amplio en el Uruguay.

Bachelet se fue entre grandes aplausos y la aprobación a la gestión de Funes, en enero pasado, ascendía a un jugoso 87.9%, con el que ya soñarían otros presidentes del barrio. Más aún: en Brasil todo parece estar servido para que Dilma Rousseff, una ex guerrillera, gane la presidencia y haga que el PT (Partido de los Trabajadores) se quede.

Hasta en Colombia, donde la izquierda nunca ha arañado la presidencia, el Polo Democrático, un frente en el que hay ex guerrilleros, es respetado por el propio mandatario Juan Manuel Santos, un liberal de estos tiempos. ¿Más? Teodoro Petkoff, otro ex guerrillero, es uno de los grandes opositores del ‘Comandante’ Chávez en Venezuela.

¿El mundo al revés? No. La gente que cambia, que se sacude, que reconoce que la ruta de las armas era un cruel y pérfido desvarío. Que entra en la democracia y hasta gobierna bien. Lo penoso es que en la derecha, tenida por más moderna, en ocasiones lo que más se ve, como hoy en nuestro país, es un loco deseo por permanecer en las cavernas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario