¡Cría cuervos y te sacarán los ojos! Para poner en práctica la gran transformación, Humala debió deshacerse absolutamente de todos los funcionarios y tecnócratas de los antiguos regímenes, apristas y fujimoristas corruptos, empezando por el Presidente del BCR. No se puede realizar ningún cambio con la gente que rechaza toda transformaciòn, puesto que choca con sus intereses. Demostrando no tener carácter - y pensar que sus enemigos de antes, y amigos de hoy, lo acusaban de autoritario- y pecar de timorato y pusilánime, Humala se deshizo de quienes lo llevaron al poder y prefiriò rodearse de sus acérrimos detractores, convenientemente disfrazados de "colaboradores". Político sin ideologìa, Humala cedió fácilmente a la presiòn mediática (¿habrá aprendido algo de Correa ?) a órdenes de la DOBA.
Usando la estrategia del cargamontón, la minoría del Congreso ha logrado eliminar a Chejade, luego a Benitez y Diez Canseco. En estos días acaban de destrozar a Nancy Obregón - combativa lideresa nacionalista y al congresista Rimarachín, conspicuo defensor del agua de Cajamarca. Ayer fue invitado al canal fujimorista Frecuencia Latina a un debate con la rea contumaz, Cecilia Chacón, pero fue vapuleado por un trío fujimorista conformado por la Chacón, Beto Ortíz y la Cuculiza. Cumpliendo órdenes de Roque Benavides, al pobre Rimarachín le hcieron decir cualquier cosa, pues el acoso fue irresistible. El objetivo: lograr que el congresista cajamarquino sea expulsado de Gana Perú y posteriormente defenestrado del Congreso con cualquier pretexto. Así se eliminaría un tenaz defensor de los intereses del pueblo cajamrquino.
Como bien señala don César, la derecha y la dictadura mediática pretenden eliminar al Presidente del Congreso, disolver la megacomisión, elegir un Presidente del Congreso de las filas de la oposiciòn y, finalmente, vacar al Presidente de la República, con fútiles pretextos. Es muy posible que en pocos meses veamos a Velásquez Quesquén o Martha Chávez presidiendo el Congreso y declarando la vacancia de Humala. El paso final sería nombrar al Presidente del Congreso, Quesquén o Chávez, para terminar el periodo de Humala. Así, los perdedores de las elecciones, se convertirìan en los gobernantes del país.
Esto que suena a novela real maravillosa puede ocurrir porque el oficialismo claudicó, desde el primer momento, de sus funciones y no supo imponer la agenda de gobierno, ni los hombres idóneos y capaces de lograr la gran transformación. Antes bien, Humala despidió a sus mejores cuadros prefiriendo escuchar las voces desde la derecha y no las del pueblo que lo eligió. Ahora, si no reacciona a tiempo, los cuervos que prefirió criar terminarán por sacarle los ojos. Al Presidente y a la Primera Dama.
Usando la estrategia del cargamontón, la minoría del Congreso ha logrado eliminar a Chejade, luego a Benitez y Diez Canseco. En estos días acaban de destrozar a Nancy Obregón - combativa lideresa nacionalista y al congresista Rimarachín, conspicuo defensor del agua de Cajamarca. Ayer fue invitado al canal fujimorista Frecuencia Latina a un debate con la rea contumaz, Cecilia Chacón, pero fue vapuleado por un trío fujimorista conformado por la Chacón, Beto Ortíz y la Cuculiza. Cumpliendo órdenes de Roque Benavides, al pobre Rimarachín le hcieron decir cualquier cosa, pues el acoso fue irresistible. El objetivo: lograr que el congresista cajamarquino sea expulsado de Gana Perú y posteriormente defenestrado del Congreso con cualquier pretexto. Así se eliminaría un tenaz defensor de los intereses del pueblo cajamrquino.
Como bien señala don César, la derecha y la dictadura mediática pretenden eliminar al Presidente del Congreso, disolver la megacomisión, elegir un Presidente del Congreso de las filas de la oposiciòn y, finalmente, vacar al Presidente de la República, con fútiles pretextos. Es muy posible que en pocos meses veamos a Velásquez Quesquén o Martha Chávez presidiendo el Congreso y declarando la vacancia de Humala. El paso final sería nombrar al Presidente del Congreso, Quesquén o Chávez, para terminar el periodo de Humala. Así, los perdedores de las elecciones, se convertirìan en los gobernantes del país.
Esto que suena a novela real maravillosa puede ocurrir porque el oficialismo claudicó, desde el primer momento, de sus funciones y no supo imponer la agenda de gobierno, ni los hombres idóneos y capaces de lograr la gran transformación. Antes bien, Humala despidió a sus mejores cuadros prefiriendo escuchar las voces desde la derecha y no las del pueblo que lo eligió. Ahora, si no reacciona a tiempo, los cuervos que prefirió criar terminarán por sacarle los ojos. Al Presidente y a la Primera Dama.
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