¡Pobre José Carlos Mariátegui! El, que fue un gran periodista, no merece tener un nieto que hace todo lo contrario a esta noble profesión. Aldo m. pudo titular su columna "We insist in the error" y los pocos lectores de Corroe- como lo llaman algunos-tampoco lo entenderían. Hace años, Ricardo Letts, al exigírsele que retirara unas palabras en el Parlamento, dijo un sonoro "Ari", que sí fue comprendido por todos. En cualquier otro país, la actitud de Aldo m. sería considerada una burla a sus lectores y no se aceptaría su título como rectificación. Pero la gente, aun la que lee Corroe, no es tan tonta y descubre al instante la cobardía del autor al no tener la hombría de reconocer su metida de pata.
Aldo m. es, entonces, el representante típico de ese PEA (periodismo estúpido y achorado) que sirve con todas sus limitaciones a la DBA, por estar incapacitado de realizar otros trabajos. ¿Hasta cuándo lo soportarán sus patrones y míseros lectores?
Aldo m. es, entonces, el representante típico de ese PEA (periodismo estúpido y achorado) que sirve con todas sus limitaciones a la DBA, por estar incapacitado de realizar otros trabajos. ¿Hasta cuándo lo soportarán sus patrones y míseros lectores?
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