En sus dos últimos partidos, Alianza pudo ganar por goleada, pero un extraño egoísmo de sus delanteros impide que marquen más goles. De esto tienen parte de culpa los periodistas que solo elogian, a veces exageradamente, al jugador que logra el gol, pero no le da ningún crédito al que le da el pase preciso y en bandeja al goleador. En Europa, y en otros paìses, tan elogiado y valorado es el que mete el gol, como el que le dio el pase-gol. Esos pases son contabilizados y computarizados, para llevar una estadìstica exacta, en base a la cual se valoriza al jugador. Hay jugadores que valen más que un goleador, porque alimentan "como con cuchara".
En nuestro medio, todos quieren ser goleadores para salir en las portadas y ser vendidos al extranjero. Por eso no le dan el pase al compañero que está entrando solo por el otro lado. Prefieren patear de lejos, generalmente a las nubes y lejos del arco ( Paolo Hurtado ayer), o enfrentar al arquero, perdiendo en el "mano a mano" (André Carrillo, muchas veces).
Les sugiero ver los partidos en Europa y verán magnìficas combinaciones, sin ningún egoìsmo.
En nuestro medio, todos quieren ser goleadores para salir en las portadas y ser vendidos al extranjero. Por eso no le dan el pase al compañero que está entrando solo por el otro lado. Prefieren patear de lejos, generalmente a las nubes y lejos del arco ( Paolo Hurtado ayer), o enfrentar al arquero, perdiendo en el "mano a mano" (André Carrillo, muchas veces).
Les sugiero ver los partidos en Europa y verán magnìficas combinaciones, sin ningún egoìsmo.
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