martes, 15 de marzo de 2011

EL CASO RAYMOND MANCO


Gran parte de responsabilidad en este asunto tienen la prensa deportiva y sus lectores. Los periodistas deportivos malograron al novel jugador, levantándolo hasta lìmites insospechados, exagerando sus cualidades y virtudes, antes de que el jugador pudiera consolidarlos y llegar a la madurez, deportiva y psicològica. Todo por vender más ejemplares de sus diarios y por el rating, como pretenden hacerlo también con André Carrillo.

Por otra parte, el aficionado, que cree a pie juntillas lo que dicen esos cotidianos y los compra a diario, tambièn tiene que hacer su mea culpa por la tragedia del infortunado Manco, "quemado" prematuramente a los veinte años. El hincha culto - conocedor del fútbol y de la vida de los grandes futbolistas que terminaron sus días en la miseria-, no debe dejarse llevar por la prensa deportiva sensacionalista y mercenaria. Antes bien, debe saber discernir y discriminar las noticias y comentarios y si estos no se ajustan a la realidad, rechazar esos periòdicos y no comprarlos. Unica forma de acabar con el periodismo deportivo irresponsable.

A Raymond y su familia les sugiero investigar la vida de Garrincha (ídolo brasileño que acabó en la miseria), Valeriano López ( gran jugador peruano que en Colombia encendía su cigarrillo con un billete de 10 dólares y que terminó sus días como humilde pescador). Pero, sobre todo, las vidas paralelas de dos compadres contemporáneos: Sotil y Cubillas. El primero, que parece ser el paradigma de Manco, después de haber jugado en el Barcelona, ahora se gana la vida criando chanchos. Cubillas, el mejor ejemplo para los deportistas peruanos, estudió en la universidad, lleva hasta ahora una vida sana - ratón de un solo hueco- invirtió su dinero en varias empresas aquí y en USA y ahora disfruta con su familia de sus aciertos en la vida. Y es que un buen deportista no puede ser, al mismo tiempo, un bohemio. O se dedica al deporte, o a la vida desordenada, pero no a ambos, ya que son incompatibles.

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