sábado, 26 de marzo de 2011

LAS SOBREGANANCIAS Y LOS ANTISISTEMA

Por Humberto Campodónico

En enero de este año el gobierno de Israel aprobó por abrumadora mayoría elevar los impuestos a la explotación de petróleo y gas natural del 20 al 50%, de acuerdo a como evolucione la ganancia de la empresa. Este impuesto va a duplicar la participación del Estado en la renta del gas, llegando hasta el 62%.

Hace dos días, la Comisión de Energía del Parlamento de Israel aprobó la medida, por lo que se considera un hecho que se apruebe en el Pleno en los próximos días. No ha sido fácil llegar hasta aquí, dicen los comentaristas, pues los “lobbies” petroleros contrataron al mismísimo Bill Clinton para que haga cambiar la decisión del Premier Benjamín Nettanyahu. Pero Clinton no pudo.
Aquí la cuestión es que se han descubierto 33 billones de pies cúbicos (en Camisea las reservas probadas son de 8 bpc) en el mar al frente de Gaza e Israel quiere participar de las sobreganancias. Hay que resaltar que este impuesto es retroactivo y la empresa Noble-Delev, que descubrió el yacimiento, tendrá que pagarlo (1). ¿Es Netanyahu un antisistema?

Hace dos meses en Chile se aprobó que al finalizar los contratos de estabilidad tributaria con las empresas mineras (que va a ocurrir en estos años) las regalías se elevarán del 5 al 14% de la utilidad operativa. También se planteó a las empresas un esquema para que paguen anticipadamente una regalía más alta, recibiendo a cambio un periodo mayor de estabilidad tributaria. Todas las empresas aceptaron, menos una. Así, en los próximos 3 años Chile tendrá mayores ingresos por US$ 1,000 millones anuales (2).

¿Es Piñera un antisistema?

En Australia, la empresa BHP Billiton (que acá es propietaria de Antamina y Tintaya) acaba de anunciar que en el II semestre del 2010 tendrá utilidades netas de 10,500 millones de dólares, 71.5% más que el año pasado. Se espera que la empresa supere la marca de 20,000 millones en todo el año.

Dicen los economistas australianos que estas enormes ganancias pondrán nuevamente sobre el tapete el impuesto a las sobreganancias mineras (el llamado super tax). En efecto, el año pasado los fortísimos lobbies australianos derrotaron la propuesta del Secretario del Tesoro, Kevin Rudd de promulgar el “super tax” y se estima que el Estado australiano dejará de recaudar 60,000 millones de dólares en los próximos 10 años (Recomienza el debate sobre el super tax, www.investsmart.com.au, 17/02/11).
Como se aprecia, en todo el mundo se discute acerca de las sobreganancias mineras y petroleras. ¿Por qué? Porque los precios de los minerales han subido enormemente desde el 2004 debido a la industrialización de China, India y otros países emergentes, con lo cual cambió radicalmente la época de “vacas flacas de precios”. En petróleo hay otras razones (también ha aumentado la demanda, se vislumbra escasez de nuevas reservas en el futuro y, sobre todo, hay harto ruido político en el Medio Oriente).
En esta nueva situación, todos los países revisan los “viejos contratos” de la década del 80 y 90 para adecuarlos a la nueva situación. Eso es todo. Y, claro, las empresas mineras defienden sus intereses, mientras que los gobiernos defienden los suyos. De eso se trata.

Aquí en el Perú los “lobbies” mineros y petroleros son super fuertes y no quieren que nada cambie, política en la cual reciben un fuerte apoyo de sus socios locales, a nivel político, empresarial y en los medios de comunicación. Eso es lo que debe cambiar, para que la mayor recaudación pueda financiar la inversión en educación, salud e infraestructura. Y eso se debe hacer, porque es de justicia.

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