Es que la derecha pretende ganar las elecciones a como dé lugar, como los chilenos que, cuando no tienen razón, apelan a la fuerza bruta para imponer sus condiciones, hasta en el deporte. Y son tan poco inteligentes los polìticos continuistas que son incapaces de presentar objeciones valederas a la propuesta de Ollanta. Jamás cuestionan su programa, solo se dedican a los ataques personales apelando para ello al odio, la calumnia y la mentira, que son los mismos de la campaña del 2006.
No se dan cuenta estos héroes de la guerra sucia que ya todo esto fue desvirtuado, habiéndose demostrado que solo fueron eso: odio, calumnias y mentiras. Más aún, estos golpes bajos, de tanto machacarse, surten el efecto contrario: benefician al que los recibe -García, en uno de sus pocos aciertos- y lo encumbran a los primeros lugares en las preferencias del electorado. Por eso sube Ollanta, y si continúa esta estrategia de la guerra sucia, lo llevará al triunfo. Esta vez no podrán arrebatarle a Ollanta la presidencia ni recurriendo a la fuerza, ya que no tienen la razón para seguir manteniendo al Perú como el último país en Latinoamérica en cuanto a calidad de vida, educaciòn, salud y seguridad.
No se dan cuenta estos héroes de la guerra sucia que ya todo esto fue desvirtuado, habiéndose demostrado que solo fueron eso: odio, calumnias y mentiras. Más aún, estos golpes bajos, de tanto machacarse, surten el efecto contrario: benefician al que los recibe -García, en uno de sus pocos aciertos- y lo encumbran a los primeros lugares en las preferencias del electorado. Por eso sube Ollanta, y si continúa esta estrategia de la guerra sucia, lo llevará al triunfo. Esta vez no podrán arrebatarle a Ollanta la presidencia ni recurriendo a la fuerza, ya que no tienen la razón para seguir manteniendo al Perú como el último país en Latinoamérica en cuanto a calidad de vida, educaciòn, salud y seguridad.
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